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Una mujer estuvo a punto de ser violada por cuatro africanos en una casa en ruinas

Agentes de la Policía Municipal llegaron justo a tiempo de impedir que una mujer fuera violada por cuatro africanos en una casa en ruinas cercana a la Gran Vía. La víctima había sido atracada poco antes en la plaza de España. El edificio donde se produjeron los hechos está invadido desde hace dos meses por una treintena de drogadictos, prostitutas y emigrantes ilegales, lo que produce "un gran deterioro" de la zona, según los vecinos.

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'Hotel' para drogadictos y emigrantes

Sobre las seis de la tarde del pasado martes, María Teresa V. L., de 27 años, se dirigía a recoger a unos sobrinos al colegio donde estudian. Mientras caminaba por un paso subterráneo de la plaza de España fue atracada a punta de jeringuilla por dos individuos -uno blanco y otro negro- que le robaron 6.000 pesetas, el carné de identidad y otros objetos personales.Un africano se acercó después a María Teresa, que estaba llorando y bajo una fuerte excitación nerviosa, para decirle que él sabía dónde vivía uno de los sujetos que la habían desvalijado. El aparente samaritano convenció a la víctima de que si le acompañaba podría hablar con los atracadores y convencerlos para que devolvieran lo robado.

La mujer se dirigió entonces hasta la calle de Barbieri, cerca de la Gran Vía, donde su acompañante y otros dos africanos aseguraron que quienes la habían atracado estaban dentro del viejo edificio situado en la esquina de la calle de San Marcos, donde debían entrar a través de un agujero practicado en una pared. En ese momento, María Teresa empezó a sospechar de las intenciones de sus benefactores y trató de huir, pero ellos se lo impidieron, según ha declarado a la policía.

Gritos de socorro

María Teresa ha relatado que los tres africanos la condujeron hasta una habitación de la segunda planta del edificio, ocupada por un cuarto hombre del mismo origen. Una vez allí la obligaron a desnudarse y, a echarse sobre una sábana que habían tendido en el suelo con el propósito de violarla.Unos agentes de la Policía Municipal vieron a través de unos cristales que dentro del edificio ruinoso había una mujer semidesnuda y a varios hombres a su lado, por lo que decidieron entrar para averiguar lo que sucedía.

Los africanos trataron de convencer a la víctima para que dijera que estaba allí por propia voluntad, pero ella empezó a gritar pidiendo auxilio. Los policías llegaron justo a tiempo de evitar su violación. María Teresa fue asistida de contusiones en todo el cuerpo y hematomas en el brazo izquierdo, además de sufrir un fuerte choque emocional.

Los frustrados violadores quedaron detenidos en la comisaría del distrito de Centro, donde fueron identificadlos como Oliver A., de 49 años, natural de Suráfrica; Eric l., de 29, nigeriano; José Napoleón F. T., de 45, de Ghana, y Alceni D. T., de Liberia. Este último presentó un recurso de hábeas corpus por creer que estaba detenido ilegalmente, pero el juez lo rechazó.

Los africanos fueron conducidos ayer tarde al Grupo III de la Brigada Judicial, especializado en investigación de delitos sexuales, ante la sospecha de que alguno de ellos puede estar implicado en la serie de violaciones ocurridas en los últimos meses en los jardines de la Fuente del Berro y en el parque del Oeste. En este último, una mujer fue violada a últimas horas de la tarde del pasado lunes en presencia de su novio, al que un cómplice del violador golpeó con una estaca.

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