Una familia agranda una fosa para enterrar a un difunto que no cabía

El inmenso cuerpo de José Luis Carmona Cañada, de 40 años, de 1,97 metros de estatura y 150 kilos de peso, yace en un ataúd que sus familiares introdujeron inclinado en una fosa normal en el cementerio de Móstoles. En el camposanto no hay nichos para tamaños especiales.

Lo sucedido a la familia de José Luis Carmona, que falleció el viernes en Alicante como consecuencia de un infarto de miocardio agudo, es digno de ser relatado en una película que firmaría Berlanga. Sus padres y sus cuatro hermanos, residentes desde hace 23 años en Móstoles, vivieron el sábado para enterrar al difunto, en presencia de las 300 personas que asistían al sepelio, una jornada apocalíptica, que difícilmente olvidarán.Primero no encontraron la fosa que habían solicitado para un cuerpo de dimensiones especiales, luego tuvieron que ponerse manos a la obra, utilizando incluso un martillo eléctrico, para ampliar una tumba cualquiera, y remataron la faena, tres horas más tarde, introduciendo el ataúd inclinado.

El concejal de Salud y candidato a la alcaldía del Ayuntamiento de Móstoles, el socialista José Balgorri Morentín, reconoció ayer que, lamentablemente, el hecho denunciado por los famillares es cierto, y desgraciadamente tienen razón". Balgorri, que ha pedido públicamente disculpas a los familiares, aunque todavía no se las ha expresado personalmente, anunció que en el Ayuntamiento se ha abierto un expediente interno para esclarer responsabilidades.

El virtual alcalde no se explica cómo en el cementerio sólo había un sepulturero, ni por qué éste no avisó a una cuadrilla municipal de emergencia, ni tampoco el motivo por el que ha desaparecido la notificación de los familiares que alertaba del tamaño del muerto. Balgorri admitió ignorar la razón por la cual en el camposanto no hay construidos nichos para ataúdes de tamaños especiales, como así está previsto en el proyecto.

Josefa Carmona, hermana del fallecido, afirma que varios testigos le oyeron decir a Balgorri que los familiares "cortaran la caja, pagaran una fosa más grande o bien que le enterraran de pie", informa Elisa Blanco. La hermana ratificó que las compañías aseguradoras avisaron al Ayuntamiento de las dimensiones del féretro (2,10 metros de largo por 78 centímetros de ancho) el mismo día del entierro.

Los familiares se han puesto en las manos jurídicas del despacho de abogados de Emilio Ginés, que adelantó que presentará una querella criminal contra los responsables municipales.