Unos fieras
Hay un grupo interesante en Madrid. Bebe de aquí y de allá, y suena contemporáneo, porque suena terminal, ni siquiera apocalíptico -para qué -. Se llama Lions in Love, y devuelve al directo de los pequeños clubes el mismo interés que hoy suscita la música catártica de los antros discoteca. Sus fundadores son Stefanic Ringes, holandesa, una cantante melódica aposentada en la disonancia gracias a su perfecta entonación, Danny, Melingo y Pablo Guadalupe, argentinos, multiinstrumentistas. Los Leones Enamorados fusionan aquello que les viene en gana: lo siniestro que deviene en ruidista, el funk de guitarras afiladas, el flamenco cadencioso cómplice de lo norteafricano, los teclados coloristas sincopados sobre la fuerte base rítmica Los músicos que les acompañan son brillantes. El bajista reprime un frasco que escapa hacia los trastes altos del primer y desquiciado rock progresivo. La tímbrica del plano eléctrico se combina con las que posibílita unos sintetizadores siempre utilizados con musicalidad.Lions in Love tiende hacia la catarsis, lo hipnótico, pero no por omisión, sino por conjunción de músicas de aquello que de tenso contiene cada estilo, tradicional o especulativo. Los temas son irregulares, pues la propuesta es arriesgada. Por momentos, la continuidad expresiva se resíente. Aparece la estridencia, o su contrario, el eclecticismo frio de unos desarrollos instrumentales nacidos en la partitura, más cerebrales que instintivos. Pero hay un grupo interesante en Madrid. Se llama Lions In Love, Leones Enamorados, y tienen de lo uno y, de lo otro.
Lions in Love
Sala Revólver.Precio: 1.000 pesetas. Aforo: 200 personas. Madrid, 24 de mayo.
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