China celebra el 40º aniversario de lo que denomina liberación de Tíbet

Pekín celebra hoy el 40º aniversario de lo que denomina la "liberación pacífica del Tíbet", pero no es posible conocer con certeza cómo lo celebran, si es el caso, los tibetanos en Lhasa la capital de lo que ahora es una región autónoma de la República Popular de China, puesto que el Gobierno central no ha permitido a los periodistas extranjeros viajar allí, aduciendo insuficiente infraestructura hotelera.Tíbet ha estado prohibido para los corresponsales extranjeros, salvo muy escasas excepciones, desde que en marzo de 1989 se impuso la ley marcial tras al resurgimiento de violentas protestas y manifestaciones de los tibetanos contra el régimen chino.

La ley marcial se levantó un año después, pero tampoco se ha dado permiso para acudir a Lhasa a los periodistas, aunque lo han hecho con visados turísticos, y el control militar de la región, según los viajeros que han estado últimamente en el Tíbet, continúa siendo tan evidente como la falta de identidad de los tibetanos con el régimen de Pekín.

Desde hace más de un mes, la propaganda china, es decir, todos los medios de comunicación, han bombardeado a la población con artículos, entrevistas y reportajes, complementados con simposios y seminarios, en los que se quiere demostrar la pertenencia histórica de Tíbet a China desde el siglo XIII, durante la dinastía Yuan, y los positivos cambios radicales, además del progreso, que los tibetanos disfrutan desde hace 40 años.

El 23 de mayo de 1951, después de que el Ejército Popular de Liberación hubiese entrado en Tíbet, se firmó en Pekín un acuerdo de 17 puntos entre las autoridades de la joven República Popular y los representantes del Dalai Lama, por el que Tíbet "volvía a formar parte de la madre patria".