Redondo se acuerda del franquista Solís cuando los ministros politizan las huelgas
Nicolás Redondo, secretario general de UGT, asegura que no tiene ningún sentido atribuir causas políticas a las movilizaciones previstas para mañana en el sector público, y cuando escucha las críticas de algunos ministros politizando las huelgas se acuerda de los discursos del ministro de Trabajo franquista José Solís. Por su parte, el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, aseguró ayer en Pamplona que los sindicatos "desean movilizar, no negociar".
Nicolás Redondo, en una entrevista con Europa Press, achaca las críticas a que la mayor parte de los ministros no ha convocado ni secundado jamás una huelga por lo que desconocen que quienes sufren las consecuencias son los huelguistas.El líder ugetista aclara que no tiene intención de perjudicar o beneficiar al PSOE en las elecciones del domingo. Respecto a la futura elaboración de una ley de huelga, manifiesta que no es posible que se haga en contra de los trabajadores, que son el sustento del Gobierno.
En este sentido, el secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, aseguró ayer que está dispuesto a negociar un código de autorregulación para evitar que coincidan en una misma fecha varias huelgas, si bien, precisó que el Gobierno, con su negativa a negociar la Plataforma Sindical Prioritaria, no facilita la negociación.
Redondo critica también las declaraciones del gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, en las que culpaba a los salarios de la situación del paro, y le acusa de seguir los intereses de la derecha.
Las huelgas convocadas para mañana viernes responden a una iniciativa que "no tiene ninguna relación con la campaña electoral", según el sindicalista, e informa que los paros seguirán después de la jornada electoral del 26 de mayo. Él cree que dentro del propio Gobierno hay profundas contradicciones en la forma de calificar las movilizaciones y cita Redondo al vicepresidente del Ejecutivo, Narcís Serra, quien las considera huelgas laborales, mientras que el ministro de Economía, Carlos Solchaga, y la ministra Rosa Conde, entre otros, han dicho que son huelgas políticas. "Estos ministros", afirma, pretenden ignorar la realidad".
El secretario general de UGT considera que las propuestas salariales formuladas por las empresas públicas son "una auténtica provocación", con crecimientos que oscilan entre el 0% y el 5%. Sin embargo, asegura que "no ha habido intención de organizar estas protestas en función de las elecciones. En mayo de 1989 y, 1990 también se dieron una serie de movilizaciones".
Consignas duras
Para Redondo está claro que la culpa de la situación la tiene el Gobierno por haber dado "consignas duras y férreas" y cree que no se dice la verdad cuando parte de los ministros achacan intencionalidades políticas a las huelgas actuales. "Esto me recuerda", dice, "a aquellos discursos del ministro Solís, en el régimen anterior, cuando cualquier reivindicación laboral tenía una significación política".Le parece una sinrazón el interpretar que los conflictos perjudicarán al PSOE y afirma que "sería como pensar que todos los trabajadores en huelga están en contra del Ejecutivo, lo que automáticamente tendría una repercusión negativa en las elecciones. Como es una simpleza y no se corresponde con la verdad, yo rechazo de manera total que estas; manifestaciones perjudiquen o beneficien al Ejecutivo".
Redondo achaca las críticas de algunos miembros del Ejecutivo a que la mayor parte de los ministros no ha convocado ni secundado jamás una huelga y no ha sufrido sus consecuencias por lo que desconocen que quienes sufren las consecuencias son los huelguistas, que dejan de cobrar parte de su sueldo.
Ante la anunciada negociación de un pacto de competitividad, el dirigente ugetista ve "un clima bastante negativo".
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