Alfredo Kraus,
el eterno galán de la lírica española, dijo ayer en la taberna sevillana de su amigo el cantaor José Pérez Blanco, Peregil, que los flamencos son los únicos que cantan con la técnica justa. "Lo hacen sin saberlo, por el instinto de conservar la voz", precisó el tenor mientras acompañaba con las palmas las sevillanas que le dedicó Peregil. El tenor, que acudió a la taberna junto a su esposa y algunos amigos, había invitado también a Plácido Domingo y José Carreras, con los que había cantado la noche anterior en el teatro de la Maestranza de Sevilla y con los que había departido junto a otros colegas en la fiesta que siguió al concierto, celebrada en un hotel sevillano, aunque finalmente ninguno de ellos pudo acudir a la cita. Kraus, a quien el público sevillano se rindió la noche anterior prolongando sus aplausos algunos segundos más que a sus también ovacionados colegas, desmintió con esta invitación los rumores de enemistad que suelen atribuirse a los divos del bel canto. De los nueve grandes que participaron en la gala, seis de ellos (Montserrat Caballé, Teresa Berganza, Pilar Lorengar y los citados Domingo, Carreras y Kraus) fueron galardonados con el último Premio Príncipe de Asturias de las Artes, criticado por alguno de ellos. No obstante, los divos pactaron una tregua para acudir a Sevilla.
