Médicos del Gregorio Marañón critican los fallos de los nuevos quirófanos
Algunos de los siete nuevos quirófanos que se inauguraron el pasado 26 de abril en el Gregorio Marañón comenzaron a funcionar sin que la electricidad hubiera sido conectada a las columnas en las que se enchufan aparatos como bisturíes eléctricos. Estas y otras deficiencias fueron calificadas ayer de "chapuzas" por los médicos que realizan huelga de celo en el centro desde hace 92 días. "Estoy probando estos quirófanos", dijo Francisco Abad Cavaco, director gerente del hospital, que negó todas las denuncias.
Los portavoces de la asamblea de FATS (facultativo asistencial técnico superior), integrada por médicos, farmacéuticos y biólogos del hospital, aseguraron que en algunos de estos quirófanos "las columnas de gases anestésicos y aspiradores no tenían electricidad, por lo que hubo que traer los muebles de los antiguos quirófanos para pocier operar". Además, los aparatos de alta tecnología, que fueron testigos del paso de una cucaracha por uno de los quirófanos hace pocos días, tenían enchufes distintos a los que hay en la pared. "A pesar de todo, se han realizado 40 operaciones y un trasplante hepático desde el 6 de mayo".También existen, según un portavoz de estos médicos, desniveles en el suelo que impiden colocar las mesas especiales diseñadas para estos quirófanos. "Se ha instalado una fija, la que había antes". Los facultativos estiman que "se han dilapidado los casi 500 millones que costaron estos quirófanos, no se ha controlado la obra ni se nos ha preguntado sobre necesidades de espacio y aparataje".Uno de estos médicos manifestó su extrañeza al saber que Francisco Abad había asegurado que los nuevos quirófanos estaban en periodo de prueba. "Si están en pruebas, que nos lo digan para, por lo menos, preguntar a nuestros pacientes si quieren ser intervenidos en una sala de operaciones que todavía no es definitiva".
Una ventana al revés
Abad también dijo que las columnas de gases "son provisionales. La compañía fabricante ya ha fijado los plazos de entrega de las definitivas". En cuanto al suelo, dijo que este problema "se descubrió sólo en uno hace dos meses y ya está solucionado".Los médicos manifestaron su extrañeza por las dificultades que tienen para cerrar las ventanas de los quirófanos, que dan a una zona en obras, para evitar que entre el polvo, y también porque una de ellas está colocada al revés. "Si está al revés, le damos la vuelta y la ponemos bien", respondió el gerente.En una asamblea celebrada ayer, los FATS decidieron incrementar las medidas de paros con las que presionan para obtener una serie de mejoras salariales.Los médicos, que prefieren no ser citados por temor a represalias, negaron cualquier finalidad política de esta huelga a la japonesa, e insistieron en que sus pacientes están mejor atendidos ahora. "No ha habido ninguna denuncia contra nosotros", dijeron. También afirmaron que, ya antes de tomar estas medidas, "había listas de espera de hasta dos años en algunos servicios". "Están haciendo el ridículo", dijo Abad.
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