Los sindicatos piden servicios públicos dignos y una política económica mas de izquierdas
Los dirigentes sindicales aprovecharon el Primero de Mayo para reclamar en sus mítines al Gobierno unos servicios públicos dignos y una política económica y social más de izquierdas. Tanto el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, como el líder de CC OO, Antonio Gutiérrez, anunciaron que sus demandas para los próximos meses se dirigen a lograr una condiciones de vida y trabajo a nivel europeo, aunque no abandonarán las reivindicaciones salariales hasta conseguir, como en los cinco años pasados, firmar unos convenios en los que se mejore el poder adquisitivo de los trabajadores. Parte de sus críticas fueron dirigidas precisamente a la patronal pública y privada a las que responsabilizan del bloqueo de la negociación colectiva.
UGT y CC OO están convencidos de que es posible una política diferente más de izquierdas, real y nada utópica, que para Nicolás Redondo se contrapone al Ienguaje chato de los tecnócratas, a la amenaza de una ley de huelga limitativa o al dumping social". Antonio Gutiérrez expuso la alternativa de los sindicatos, que no se limitan á decir no y persiguen una política de creación de empleo, reducir la eventualidad, medidas de reparto del trabajo y una fiscalidad negociada "cuando el Gobierno está a punto de cometer una tropelía con los que no eluden pagar los impuestos".Buena parte del discurso de los líderes sindicales estuvo dedicada a reclamar un plan de viviendas progresista y recordaron que es una demanda antigua de las dos centrales por la que se les ha acusado de demagogos. "Ahora", dijo Redondo, "es un tema prioritario, cuando la situación es insostenible, y cuando algunos lo presentan como un problema producido por la Naturaleza del que nadie se siente responsable".
El máximo dirigente ugetista quiere un cambio y una política más justa, que supere el círculo vicioso del enfriamiento al recalentamiento económico, y vuelta, en el que "siempre sigue gélido el paro y los servicios públicos son inaceptables".
Antonio Gutiérrez, quien suscribió todas las palabras de Redondo, afirmó que un crecimiento económico sin servicios públicos que mejoren la calidad de vida no sirve para desarrollar la sociedad y puso como ejemplo las pretensiones del Gobierno de colocar los salarios "como en Taiwan y Corea". Para el líder sindical la patronal y el Gobierno son "cortos de entendederas porque llevamos cinco años consiguiendo nuestras demandas en los convenios" y reiteró el rechazo absoluto de los sindicatos a "un pacto de competitividad que se resume en un mandamiento: la obcecación de abaratar los salarios y el empleo".
El máximo dirigente de CC OO reconoce que los productos españoles no son competitivos, pero no a causa de los salarios, sino porque no llevan la misma tecnología que los de otros países europeos y sí más costes financieros. Gutiérrez dejó claro que rechazarán cualquier propuesta que pretenda descargar los sacrificios exclusivamente en los trabajadores, un objetivo en el que los dos sindicatos mayoritarios no tienen ninguna discrepancia. No rehuyó hablar de los problemas que las dos organizaciones han tenido en los últimos meses, pero para él, más importantes que "esos rifirrafes", es lo que molesta a algunos poderes públicos y a la patronal que la unidad sindical no se haya alterado en la práctica.
Ayer las dos centrales pusieron de manifiesto que comparten las demandas sindicales, y que las discrepancias se limitan a cuestiones formales. Por ejemplo, en el panel de la tribuna de oradores no había ningún anagrama porque una de las centrales había preparado el suyo de un tamaño cuatro veces mayor que el del otro sindicato.
Fue el único incidente de la manifestación de Madrid en la que, según los convocantes, participaron unas 200.000 personas. El recorrido fue más corto que en años anteriores y discurrió entre la Plaza de Neptuno y la Puerta del Sol con pocos gritos coreados. Tan sólo se oyó uno aislado que decía: "Solchaga, enano, el que tiene piso es un marciano"
Los sindicatos Unión Sindical Obrera (USO) y Confederación Nacional del Trabajo (CNT) organizaron sus propias manifestaciones y el Partido Socialista Obrero Español hizo público un comunicado en el Día del Trabajo donde reitera su voluntad de diálogo con las centrales para alcanzar el pacto de progreso ofrecido por el Gobierno a las fuerzas políticas y sociales con vistas a la unión europea de 1993. Asimismo recuerda su compromiso con Ios sectores más desfavorecidos de la sociedad". "Desde que asumimos responsabilidades de Gobierno", afirma el PSOE, "hemos venido luchando para que se corrigieran las situaciones de injusticia.... Es un hecho que lo conseguido en esta etapa ha sido muy intenso, con avances que se producen año a año".
Redondo elude la polémica entre el Gobierno y el PSOE
El secretario general de la UGT, Nicolás Redondo, eludió hacer cualquier alusión a la actual polémica que mantiene el Partido Socialista Obrero Español y el Gobierno durante la intervención que tuvo ayer por la tarde en la Casa de Campo de Madrid, en la fiesta que el sindicato organizó con motivo del 1 de mayo. Redondo resaltó que el año 90 había sido un gran año para la UGT tanto por los avances sociales conseguidos como por los resultados electorales. Para Redondo hay que insistir en una política social más progresista como alternativa a las recetas tecnocráticas que a veces son inasumibles.En el mitin, al que asistieron Juan Barranco, Carmen García Bloise, Joaquín Leguina y José Barrionuevo, Redondo señaló que al pedir una política social más progresista no estaba agrediendo a nadie sino haciendo una reflexión sindical para que el bienestar social llegue al mayor número posible de trabajadores.
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