Los impagados a los bancos y las cajas crecieron un 100% durante el primer trimestre de 1991
El retraso en el pago de créditos por parte de los clientes de bancos y cajas de ahorro ha sufrido un fuerte aumento, más del doble, durante el primer trimestre del año. Los españoles, según los datos manejados por las entidades financieras, dejamos de pagar primero los créditos para viajes y esparcimiento, seguidamente los de coches, electrodomésticos, y finalmente los relativos a la vivienda y los locales comerciales.
En estos tres meses, los bancos vieron crecer sus créditos morosos en 99.000 millones de pesetas, frente a los 41 .000 millones del primer trimestre del pasado año. Las cajas, que durante el primer trimestre del año 1990 registraron 28.000 millones de morosos, en el pasado trimestre ya contabilizaban 48.000 millones.Este rebrote del crecimiento de la morosidad no era esperada por el sector, que ve síntomas de reactivación económica en la actualidad. Sin embargo, señalan medios cercanos a la Asociación Española de Banca (AEB), presidida por José Luis Leal, estas cifras se refieren al primer trimestre donde todavía se vivía en parte la guerra del Golfo y las repercusiones de las medidas de restricción del crédito.
Aunque los bancos dicen no disponer de informes detallados de sobre cuales son los créditos que más se retrasan en su devolución, varias entidades reconocen que los créditos hipotecarios para vivienda y locales comerciales son los últimos que se dejan de pagar. En esta clasificación, en la que coinciden fuentes de Citibank España, BBV, Caja de Madrid y Barico Urquijo, lo primero que se deja de pagar ante una coyuntura desfavorable son los créditos que se piden para financiar vacaciones o viajes de esparcimiento. A continuación se deja de pagar el plazo del automóvil seguido de los distintos electrodomésticos o aparatos electrónicos y los créditos para estudios.
Créditos agrícolas
Algunos bancos han descubierto con asombro que una importante proporción de estos impagados corresponde a créditos agrícolas, lo cual no encajaba demasiado con su estructura de sus clientes. Pero una observación más precisa ha descubierto que cuando las empresas o famillas tienen dificultades financieras recurren en última instancia a hipotecar sus propiedades rústicas para obtener fondos para sus actividades industriales o comerciales. Por lo tanto, el aumento de la morosidad en créditos agrícolas no es ningún indicador fiable de la situación de este sector.El fuerte aumento de la morosidad viene a situar un nuevo nubarrón en la cuenta de resultados de los bancos y cajas que ya el pasado año presentaron en general ejercicios discretos. Aunque las restricciones al crédito se levantaron el pasado 1 de enero, durante los tres primeros meses el crecimiento de la inversión crediticia de la banca no ha superado el 10%, que fue el tope establecido para el pasado año.
El fuerte crecimiento de la morosidad en las cajas de ahorros es motivo de preocupación para este sector, según fuentes de la CECA, ya que ven unir este factor al estrechamiento del margen financiero y a la pérdida de cuota. de mercado tanto en recursos de clientes como en volumen de crédito. La morosidad del sector de cajas de ahorro es distinta según el tamaño de estas entidades, siendo mayor en las entidades de mediano y pequeño tamaño. Al finalizar 1990, la morosidad de las 10 primeras cajas españolas registraban un índice de morosidad del 3,55% sobre el total del crédito, mientras que el total del sector llegaba al 4,1 %. Al finalizar el primer trimestre, las 10 primeras cajas llegaban al 3,74% en su índice de morosos en tanto que el total del sector estaba en el 4,5%.
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