Un plan especial para el centro
El candidato socialista a la alcaldía de Madrid traza en este texto las líneas de su programa de actuación para la mejora del distrito Centro. Dicho programa se vertebrará sobre tres ejes fundamentales: la ordenación espacial, la problemática medioambiental y los problemas circulatorios y de transporte.
"Quien no ha visto la Puerta del Sol, no ha visto una cosa buena", decía, hace la friolera de 170 años, Ramón de Mesonero Romanos. Parafraseando la cita, cabría añadir, a casi dos siglos de distancia, que quien ve la Puerta del Sol -y por extensión el distrito de Centro de nuestra ciudad- está viendo Madrid, o mejor aún, la imagen de Madrid.El centro de Madrid, como el de otras ciudades europeas, concentra el 70% del sector terciarlo y más de la mitad de los 50.000 establecimientos comerciales e industriales de la Comunidad de Madrid y se configura como un espacio de utilización intensiva por todos los madrileños y transeúntes. Es obvio que tal situación ha supuesto una pérdida de equilibrio y un deterioro que hacen urgente e imprescindible una actuación decidida y racional que permita la coexistencia y el uso mixto del espacio urbano y conserve una herencia histórico-arquitectónica que constituye las más importantes señas de identidad de la ciudad.
Recientemente, el Grupo Municipal Socialista ha ido sentando las bases de lo que ha de constituir el Plan Especial de Centro, que quiere dar continuidad a las acciones que sobre el casco antiguo de la ciudad ha venido realizando desde sus inicios la Administración municipal socialista y que tuvieron su plasmación en el Plan de la Villa de Madrid, el Plan General de Ordenación Urbana de 1985, Programa de Rehabilitación de Centro, Programas de Intervención Preferente y las actuaciones de rehabilitación privadas y públicas a través de la Empresa Municipal de la Vivienda.
En sus aspectos más importantes, el Plan Especial de Centro quiere dar respuesta a la ordenación espacial de la almendra madrileña en su zona central, a su problemática medioambiental y a los problemas circulatorios y de transporte.
Ordenación espacial
La ordenación espacial del centro madrileño comprendería una serie de actuaciones, cuyos ejes fundamentales serían en materia de vivienda la rehabilitación, realojamiento y desaparición del chabolismo vertical. Esto supondría la rehabilitación de algunos de los edificios deteriorados por el paso del tiempo que posean un interés histórico-artístico y arquitectónico evidente; la reestructuración de otros, dotándolos de las condiciones de habitabilidad imprescindibles de las que ahora carecen, y la demolición de algunos, liberando suelo para la generación de equipamientos y servicios y de espacios libres transformables en zonas verdes y en lugares de convivencia y esparcimiento ciudadanos. Estas actuaciones llevarían aparejado el realojamiento de algunos vecinos en edificios de nueva construcción por parte de la Empresa Municipal de la Vivienda, siempre dentro del propio distrito Centro. Este conjunto de actuaciones que venimos denominando esponjamiento permitiría dotar al casco antiguo de instalaciones de todo tipo, como, por ejemplo, las deportivas o los aparcamientos subterráneos para residentes de los que actualmente carece; generando plazuelas y zonas estanciales para el ocio y disfrute de los vecinos.
La problemática medioambiental del centro madrileño se caracteriza actualmente por una serie de disfunciones que van desde una generación de un ele vado número de residuos de todo orden y de suciedad, un alto grado de contaminación atmosférica y un elevado nivel de ruido Esto requiere un tratamiento coherente y especial de los distintos factores que inciden sobre el medio ambiente, con actuaciones que van desde la mayor inversión y modificación radical de los criterios de limpieza, reducción drástica de la contaminación derivada de instalaciones y el tráfico rodado público y privado, con utilización de combustibles no contaminantes, ampliación de zonas verdes y estanciales, ampliación de las zonas ambientalmente protegidas, utilización de elementos de construcción amortiguadores de ruido y limitación estricta de las actividades molestas. Esto, unido a las medidas que sobre circulación y transporte explicaremos a continuación, sentarían las bases de un pacto ecológico que aunaría los esfuerzos de la Administración, los vecinos y los empresarios y comerciantes.
La circulación y el transporte dentro de la almendra central madrileña debe garantizar el derecho fundamental de los ciudadanos a la movilidad asegurando unos niveles máximos de seguridad y ahorro de tiempo. La polémica "cerrar el Centro a los automóviles privados" es tan falsa como interesada. De hecho, lo que nosotros planteamos es llegar a un equilibrio solidario entre los distintos modos de transporte, que en el caso del Centro se realizan en un 80% a pie o en transporte público. Este equilibrio supondría que el transporte privado deje de ser una necesidad para convertirse en una opción. Esto puede lograrse mediante un conjunto armónico de actuaciones que iría desde la mejora de las estaciones y simplificación de las correspondencias del Metro, estructuración de los horarios de recogida de basuras -en vehículos insonorizados y no contaminantes-, carga y descarga de mercancías, dotación de una flota de autobuses confortables de alta movilidad y no contaminantes y reordenación del taxi, hasta la creación de itinerarios prioritarios para peatones y supresión de barreras arquitectónicas para los minusválidos.
Estas son, pues, las bases de este Plan Especial del Centro con el que el Grupo Municipal Socialista tratará de conservar aquella zona de nuestra ciudad que requiere un tratamiento especial. Como distrito emblemático de Madrid, pensamos que debe tener al frente a un teniente de alcalde, y así lo trasladamos a los madrileños y a sus vecinos en el marco de nuestro Programa Abierto. Y es que el distrito Centro es y debe ser la imagen de Madrid y, a la vez, el hogar: cocina, comedor, salón y cuarto de estar de todos los madrileños.
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