Una vida ejemplar

EL PADRE Llanos cumple 85 años: sus convecinos y un grupo de amigos le rinden un homenaje en el mismo lugar que ha ayudado a transformar. El día 2 de mayo se le entregará también la medalla de oro de la Comunidad de Madrid. El ejemplo de esta vida singular radica en que supo comprender dónde estaba la posibilidad real de acción: desde las teorías sociales políticas pasó a las universales de la Compañía de Jesús y, finalmente, se dedicó en cuerpo y alma a una barriada madrileña que en 1955 era un ejemplo de miseria, desatención y olvido de las autoridades. Esto es, supo convertir lo abstracto y lo ideológico en una aplicación real.José María de Llanos fue a vivir entre los habitantes del Pozo del Tío Raimundo, en igualdad de condiciones, y allí sigue: y la barriada ha pasado en estos años a ser una comunidad donde la vida no sólo es posible desde un punto de vista material, sino que se describe como fraterna; todo ello, gracias al padre Llanos y en tomo a él. Su inteligencia, aparte de sus otros valores humanos e instintivos, ha estado en esa comprensión de cuáles eran los límites a su obra posible y aplicarlos sin descanso, y sin ahorrarse unos sufrimientos que, por condiciones de nacimiento y situación social, podría haber evitado fácilmente.

En unos momentos en que se duda mucho de la moral pública y privada, en los que se piensa que hay un exceso de materialismo acompañado por el desdén a los otros y sus necesidades, la figura del padre Llanos representa alguna de las vidas ejemplares más o menos ocultas que han traspasado todas las corrientes y todos los regímenes sin ceder a ninguna presión ni a ningún interés -ni a las amenazas, que también las tuvo- y que además ha tenido tal eficacia que hoy puede ver esa obra coronada por el éxito.