La austeridad se queda fuera del Parlamento
Il Corriere della Sera calificaba ayer de "desconcertante e indignante" para la opinión pública, la coincidencia de dos hechos: por un lado, el anuncio del ministro de Hacienda, Guido Carli, de que será necesario bloquear durante tres años los sueldos de todos los funcionarios y rebajar las jubilaciones, si se quiere que Italia, con el gigantesco déficit público que la zarandea, no se vea humillada a bajar a "segunda categoría en la Comunidad Europea"; por otro, la aprobación de un aumento salarial automático de unas 120.000 pesetas mensuales para los diputados y senadores, que ya ganan casi un millón de pesetas netas mensuales.El democristiano Guido Bodrato, ministro de Industria, ha pedido que se bloquee dicho aumento. Inmediatamente después, Ugo Intini, portavoz del Partido Socialista, anunciaba que también la dirección de su partido había pedido que se bloqueara dicho aumento, "en consideración de la grave crisis económia que atraviesa el país".
Ayer, un diario publicó la fotocopia del último sueldo de un diputado, que se eleva exactamente a 11.948.293 liras, cantidad que no debe ser declarada a Hacienda y a la que hay que añadir ahora 1.500.000 liras de aumento mensual. En total, 13.448.293 liras (alrededor de un millón cien mil pesetas), sin contar otras prebendas. Este elevado nivel salarial de los parlamentarios se debe a que fueron equiparados a los de los magistrados. El mecanismo del aumento automático fue decidido, como explico ayer Nilde lotti, presidenta del Parlamento, "para evitar que los diputados pudieran aumentarse a su antojo el sueldo".
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