Las reclusas se quejan de falta de intimidad en Carabanchel
María del Prado Torrecillas, titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Madrid, ha recibido cerca de medio centenar de cartas y telegramas de las reclusas trasladadas de Yeserías al nuevo centro penitenciario femenino de Carabanchel con quejas sobre las condiciones "infrahumanas" y la falta de intimidad que están soportando.Una comisión judicial inspeccionó la pasada semana la nueva cárcel y constató la veracidad de las quejas. La juez se está planteando, de hecho, la posibilidad de fijar un plazo para que Instituciones Penitenciarias adecente el centro, pues considera que el traslado de las internas, que hasta hace unas semanas ocupaban la antigua prisión de Yeserías, ha sido precipitado al no estar concluidas aún las obras del nuevo centro de Carabanchel.
Entre otras rriedidas, la juez puede decretar la próxima semana el traslado a la cárcel de Segovia de 20 de estas internas. Estas reclusas habitan en 10 celdas a las que no llega "ninguna luz natural", y la iluminación artificial es, por otro lado, muy débil".
Unas 300 de las 400 internas de la nueva prisión femenina viven en celdas que apenas tienen seis metros cuadrados. Cada celda alberga a dos internas, y éstas se ven abocadas a realizar sus necesidades delante de su compañera. Los servicios que hay en el patio son para hombres, lo que obliga a las reclusas a. utilizar los comunes o bien a servirse de los de las celdas.
La comisión inspectora ha advertido igualinente la falta de intimidad en las duchas, que tanibién son comunes.
La juez Torrecillas rehusó ayer comentar la situación del nuevo centro, igual que hizo Instituciones Penitenciarias.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.