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El triunfo de Suzuki en Tokio ocasiona un terremoto en el partido del Gobierno

La edad no cuenta, y las interferencias de la dirección nacional conducen al desastre. Así parece al menos haberlo entendido la población de Tokio con el amplio respaldo que ha dado en las elecciones del pasado domingo al veterano gobernador de la ciudad, Shunichi Suzuki, lo cual ha provocado una pequeña revolución en el Partido Liberal y la dimisión de su secretario general, Ichiro Ozawa.

Suzuki, un hábil gestor con 80 años ya cumplidos y a quien los liberales siempre habían apoyado desde que llegó al Ayuntamiento, en 1979, le sacó el domingo al candidato oficial de la primera formación política del país, el periodista Hisanori Isomura, casi un millón de votos de ventaja, lo que le permite un cuarto mandato por otros cuatro años. Isomura, un famoso ex corresponsal, de 61 años, en Francia y EE UU de la televisión pública NHK, había sido presentado a los comicios por los liberales y los partidos centristas del Komeito y socialdemócratas, que estimaron que la edad de Suzuki era ya demasiada avanzada para que continuara en el cargo."MI victoria", dijo ayer Suzuki, "es el triunfo de quienes temen la política japonesa". En realidad, todo el proceso electoral se vio directamente influido por las componendas que el partido liberal tuvo que hacer para sacar adelante en el Parlamento la contribución financiera a la fuerza multinacional desplegada en el golfo Pérsico.

Tan pronto fueron conocidos los resultados, Ozawa, secretario general de los liberales, presentó ayer por la mañana la dimisión al primer ministro y presidente del partido, Toshiki Kaifu, quien trató de disuadirle, y dijo que se sentía el principal culpable de la confusión que generó el que por vez primera los liberales hubieran presentado dos candidatos.

Político con futuro

Ozawa, que tiene 48 años y que pasaba por ser uno de los políticos con mayor porvenir, ha sido sustituido por Keizo Obuchi, de 53, quien desempeñó el puesto de jefe de gabinete y portavoz durante el Gobierno de Noboru Takeshita. El ascenso del brazo derecho de éste a la secretaría general refuerza la idea de quienes piensan que el veterano dirigente, que es jefe de la mayor facción del partido, prepara el terreno para regresar al, Gobierno próximamente, una vez olvidado el escándalo de la Recruit.Pocos analistas creen que la salida del secretario general acarreará la caída inmediata del Gabinete de Kaifu y menos ahora, en vísperas de la visita del presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, a Tokio. Pero el primer ministro se debilita más si cabe tras este último acontecimiento, que hace impensable que pueda seguir al frente del Gobierno, más allá del congreso del partido, que se celebrará en octubre.

El domingo se celebraron elecciones para gobernador en otras doce prefecturas y para renovar los parlamentos en gran parte de las 49 prefecturas que existen. El Partido Liberal obtuvo en conjunto buenos resultados, si se exceptúan los comicios de Tokio y el fracaso de sus candidatos a gobernador en las provincias de Hokaido y Fukuoka. La oposición socialista, en cambio, recibió un duro castigo. En la capital, el aspirante socialista a gobernador sólo pudo lograr un cuarto lugar.

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