Aznar pretende una segunda etapa de renovación en la democracia española, alejada de visiones tecnocráticas

José María Aznar afirmó ayer en una convención de candidatos municipales y autonómicos populares que el Partido Popular quiere abrir "una segunda etapa de renovación en la democracia española, que suponga una modernización y que materialice una concepción con alma, con eficacia y alejada de visiones tecnocráticas que solo sirven para enmascarar el fracaso socialista". El presidente nacional del PP, acusó a Felipe González y al PSOE de mantener una actitud "cansina y abandonista" que les convierte en "una carga cada vez más pesada, que retiene el progreso posible de España".

La convención de candidatos en las elecciones municipales y autonómicas, celebrada en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, fue aprovechada por Aznar para una puesta en escena de la plena integración del PP en el Partido Popular Europeo.

En presencia del presidente de este partido y jefe del Gobierno de Bélgica, Wilfried Martens, Aznar confirmó que tras las elecciones, y antes de que termine 1991, los populares españoles serán miembros de pleno derecho de la Internacional de la Democracia Cristiana. Una tesis defendida desde hace meses por Marcelino Oreja.

Aznar, que rehuyó utilizar el término centro-derecha y aludió insistentemente al PP como un partido "centrado" y "de centro", acusó a Felipe González y a los socialistas de estar "atrincherados" en el Gobierno.

"Pesada carga"

"España progresará con más velocidad y eficacia cuanto antes nos quitemos la pesada carga que supone el Partido Socialista para nuestro país", exclamó. El dirigente popular ironizó en relación con el caso Juan Guerra que "todos los ciudadanos son iguales ante la ley, pero unos más que otros".

El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, había apelado poco antes a que el PSOE ha presentado una denuncia por filtraciones a la prensa de parte del sumario sobre Juan Guerra mientras que el juez Luis Manglano, que ordenó la detención e incomunicación de varios miembros del PP en el caso Naseiro, "hacía una rueda de prensa cada 15 minutos, y el PSOE no se quejaba". El líder del PP pidió públicamente al PSOE que explique antes de las elecciones si va a pactar después "con los comunistas" y previno a los votantes frente a "quienes el día 26 de mayo les van a pedir la confianza para sacarles las pesetas el día 27, en alusión a la revisión de los valores catastrales.

En un ambiente electoralista, el visecretario general del PP, Javier Arenas, afirmó que "Aznar ha dejado antiguo a Felipe González, que es el pasado, doce años de fracaso en la gestión" y aludió al vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, como "el pianista". Juan José Lucas, candidato a la presidencia de Castilla y León, aseguró que los populares representan un talante completamente distinto al de Juan Guerra y opinó que los ofrecimientos socialistas de un pacto autonómico son meramente electoralistas porque "el PSOE no cree en las autonomías".

El candidato popular a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón, se preguntó públicamente "¿dónde están esos mil millones de pesetas diarios, incluidos sábados y domingos, que Leguina puede invertir con el presupuesto de que dispone?".

En la convención popular, que duró unas tres horas, participaron más de una docena de oradores, entre ellos, el presidente del Grupo Popular en el Parlamento europeo, Egon Kleps.