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Vecinos de Puerta de Hierro, contra la venta de droga

Elsa Fernández-Santos

Vecinos de la calle de Nueva Zelanda, en Puerta de Hierro, se manifestaron ayer por la mañana contra la venta de droga en una chabola. Como medida de protesta, unos 200 vecinos cortaron al tráfico el cruce de su calle con la avenida de la Ilustración y más tarde la carretera de la Playa, donde provocaron un atasco de varios kilómetros.

Una chabola y lo que ocurre dentro y fuera de ella es la causa de las protestas vecinales que ayer por la mañana causaron retenciones en la carretera de la Playa y en la calle de Nueva Zelanda. Marisa Sánchez, de 44 años, declaró: "Llevo 22 años viviendo aquí y nunca hemos tenido problemas con los gitanos. Pero la droga ha cambiado la situación. Desde la ventana de mi casa se ven continuamente chicos pinchándose en un descampado cercano", y añade: "Chicos que siempre compran la droga a alguien que vive en una de esas chabolas. Esto se ha convertido en un campo de jeringuillas y en un foco de delincuencia".Estos vecinos han denunciado a la policía la situación y como prueba han presentado un vídeo con grabaciones realizadas desde las ventanas de sus casas. Además señalan la muerte de al menos 24 yonquis en la zona por sobredosis. Una chabola cubierta por lonas azules es la señalada por todos.

El ambiente pacíficose vio manchada por algunas declaraciones exaltadas. Un vecino con la cabeza levantada habló de la ley del talión y de quemar las chabolas, "al pan, pan y al vino, vino. Todo un barrio de personas decentes está siendoamenazado por pistoleros y traficantes", dijo este orador, que convenció a algunos y causó cierta preocupación en otros. "Así no se hacen las cosas, eso es meterse en la dinámica de esos delincuentes" , comentó otro vecino que quiso dejar claro que una persona no representa a una comunidad, aunque pueda perjudicarla.

Un maniquí representó al cadáver de un yonqui muerto por sobredosis. Esta fue la aportación de Fernando, de 18 años. "Aquí he muerto yo y 23 más", decía la pancarta que acompañaba al muñeco.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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