Aprender a conducir "bicicletas con motor""
La Policía Local de Alcobendas enseña a los jóvenes a manejar motos
A un cabo y dos agentes de la Policía Local de Alcobendas se les ha destinado para los próximos meses a una misión especial: enseñar a chicos de 14 a 16 años a conducir motos, o, como ellos las denominan, "bicicletas con motor". El Ayuntamiento ha organizado este cursillo dentro de un programa sobre educación vial dirigido a los jóvenes motoristas, principales infractores del Código de la Circulación. Unos 3.000 alumnos participarán en el programa.
La Policía Local de Alcobendas ha comenzado la segunda etapa del programa sobre educación vial que viene desarrollando entre los escolares desde el curso 1987-1988. El programa se ideó con el fin de formar al ciudadano como usuario de las vías públicas, ya sea en condición de peatón, viajero o conductor.Tras consolidar la primera etapa, dedicada a alumnos de quinto de EGB -pasan 5.000 chicos y chicas cada curso por el circuito infantil de tráfico ubicado en el municipio-, ahora el cabo Salvador Peinado y los agentes Jesús Jiménez y Carlos Fernández, miembros de la Policía Local, enseñan a conducir elclomotores a jóvenes de 14 a 16 años.
Las "bicicletas con motor", como definen los agentes a los ciclomotores, causan innumerables quebraderos de cabeza a las policías locales de todos los municipios, ya que los conductores, jóvenes entre 12 y 16 años, no respetan normalmente las normas de circulación ni la señalización, y en la mayoría de los casos, como ocurre en Alcobendas, carecen de permiso.
Además, el 80% de los accidentes que se producen en Alcobendas están provocados o se ven implicados en ellos los ciclomotores. Un elevado número de percances de estas características se producen en la urbanización La Moraleja, a veces con consecuencias mortales. Según los responsables del curso, los chicos y chicas adquieren vicios en la conducción, ya que aprenden a conducir ensenados por amigos o por su cuenta. Por ello, las autoridades municipales, aun convencidas de que la educación vial tendría que impartirse en los colegios, han puesto en marcha esta segunda fase, en la que se prevé pasen por el circuito infantil de tráfico cerca de 3.000 alumnos cada curso. El Ayuntamiento ha adquirido con este fin unos 15 ciclomotores, y espera que en un futuro la Dirección Provincial de Tráfico mande examinadores para que losjóvenes puedan sacarse el carné en el mismo circuito.
Jóvenes críticos
Si la efectividad ha sido la nota dominante en el aprendízaje de los alumnos de quinto curso, en los de octavo es aún una incógnita. A esa edad, los 14 años, "los jóvenes son críticos con los demás, pero permisivos con sus propias actuaciones", según Salvador Peinado. El agente, al igual que sus compañeros, se conformaría con que "sus alumnos" se comportasen en las calles con los ciclomotores como personas sensatas y que respetasen a los demás conductores.
Los tres agentes de la Policía Local de Alcobendas se dedican exclusivamente al parque infantil de tráfico. Se encargan de impartir clases teóricas y prácticas en el circuito y confeccionar el material didáctico utilizado en sus clases. Pero además reparan las bicicletas y los karts utilizados por los chavales, montan los nuevos motores, etcétera.
Los alumnos se aplican en esta clase, ya que tras las 25 horas que dedican a aprender educación vial pasan unos ejercicios que marcarán sus notas en la asignatura de Ciencias Sociales, eso sí, de manera mucho más amena que cualquier otra asignatura.
"Papá, no te saltes el semáforo"
Los padres de los niños y niñas que acuden al circuito infantil de tráfico de la localidad de Alcobendas para aprender las normas de circulación tienen problemas con sus hijos cuando conducen con ellos a su lado. Los niños, después de aprender a circular en bicicleta, utilizan karts para moverse en el circuito.Los profesores, cuando los niños cometen una infracción,los sancionan quitándoles el kart y haciéndolos volver a la bicicleta, y, si son reincidentes, les impiden volver a conducir.
Tras terminar el curso de educación vial, el padre o la madre habituales conductores escuchan a menudo de boca de los pequeños, que no superan los 11 años, una voz a modo de recordatorio del Código de Circulación que remueve su conciencia: "¡Papá, no te saltes el sernáforo!", o "¡mamá, para en el paso de peatones!".
Las 25 horas empleadas a lo largo de ocho semanas por los agentes de la policía local en enseñar a los chicos las normas de circulación y la señalización no caen en saco roto, y han conseguido "refrescar la memoria" de sus progenitores, según comentan ellos mismos a los policías cuando se acercan a recoger a sus hijos tras las clases prácticas de circulación en el circuito.
Este machaque que los pequenos infieren a sus padres puede en ocasiones desquiciar los nervios. Sin embargo, viene bien sobre todo porque son los adultos los que más olvidan algunas señales de tráfico, sobre todo las nuevas, incorporadas recientemente al Código de la Circulación.
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