El policía portugués fue estrangulado, y su esposa, golpeada, según el forense
El policía jubilado portugués Antonio Amábel de Sousa Carbalho, de 68 años, fue estrangulado, y su esposa, Gloria Peixoto Carbalho, murió de un golpe en el cráneo. Así lo indica el resultado de la autopsia que ayer facilitó el juzgado de Tuy (Pontevedra). Ambos cadáveres fueron descubiertos dentro de dos maletas el jueves en Tomiño (Pontevedra).
Las investigaciones no han arrojado todavía luz sobre este doble crimen, cometido previsiblemente entre el 23 y el 24 de marzo, según el informe del forense. Hoy los restos del matrimonio serán trasladados a Braga (Portugal) para su inhumación. La única hija del matrimonio, María José, de 31 años, profesora de instituto, prestó ayer declaración de trámite en el juzgado de Tuy. El misterio rodea estos dos asesinatos y las dudas alcanzan en primer lugar al escenario donde se cometieron. La hipótesis más verosímil indica que todo pudo ocurrir en el domicilio familiar de Braga. Allí se encontraron manchas de sangre en una bodega. La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Tuy, Rosa María Freire, declaró ayer que ella no había dado por sentado en ningún momento que Braga hubiera sido el escenario del crimen. "No sabemos dónde ocurrieron esas muertes y las investigaciones continúan por parte de las policías española y portuguesa", afirmó la magistrada.
Están por aclarar las circunstancias del traslado de los cadáveres desde Braga hasta la orilla gallega del río Miño, cerca del embarcadero de Goián, base del transbordador que une Tomiño con la localidad portuguesa de Vilanova da Cerveira.
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