La compra de inmuebles por españoles en el sur de Francia aumento un 63% el pasado año

La compra de inmuebles en el sur de Francia por particulares españoles está registrando un fuerte aumento en los últimos meses. La inversión en inmuebles en Francia por españoles ha ascendido a 6.359 millones de pesetas en 1990, superando en un 63% la del del año anterior. La mayor parte de esta inversión se dirige a las promociones inmobiliarias que están surgiendo al sur del país. Fuentes del sector asesores de inversiones españoles afirman que las compras podrían alcanzar cantidades muy superiores si se pudiera contabilizar la utilización de dinero negro en estas operaciones.

El Ministerio de Economía y Hacienda liberalizó en diciembre de 1988 la compra de inmuebles en el exterior, aunque los volúmenes invertidos por particulares apenas han sido significativos hasta la segunda mitad de 1990. A partir de ese momento, y de forma más intensa en los meses de noviembre y diciembre, se ha producido un fuerte despegue en la compra por españoles de casas y apartamentos en el sur de Francia. Las promociones inmobiliarias destinadas a españoles, inexistentes hasta hace poco tiempo, han proliferado al otro lado de la frontera catalana y más rápidamente en la costa vasco-francesa.

Fuentes españolas que intervienen en estas operaciones aseguran que el dinero negro está apostando por la compra de inmuebles en el exterior desde que el Ministerio de Economía hizo pública su intención de acabar con los pagarés del Tesoro como refugio del dinero opaco.

La comunicación

La compra de inmuebles en el exterior es libre, pero debe ser comunicada a la Dirección General de Transacciones Exteriores del Ministerio de Economía. El departamento que dirige Javier Fernández Méndez exige disponer del proyecto de adquisición, que debe incluir el precio y la forma de pago prevista.

El proyecto tiene una validez de seis meses y caso de no ejecutarse debe volver a comunicarse a la Administración. La casa o apartamento queda sujeta a la hacienda española para el pago del impuesto sobre el patrimonio, pero los posbles rendimientos por el alquiler de la propiedad deben ser declarados en Francia.

Sin embargo, por encima de la comunicación de compra a la Administración, las aportaciones con dinero negro se materializan por dos vías: a través de la simple salida de fondos -autorizada hasta un máximo de 350.000 pesetas por persona y viaje- o adquiriendo una casa con potencialidad de construir más metros de los que figuran en el informe remitido a la Administración, según aseguran medios próximos a la promoción de estas operaciones de compra.

Para financiar la adquisición de pisos y apartamentos, los bancos franceses están ofreciendo créditos hipotecarlos a un tipo medio del 11,3% (hasta enero, el 9,8%), unos seis puntos por debajo de lo que cuesta un crédito similar obtenido en España.

La toma de préstamos en el exterior por particulares españoles sólo está autorizada actualmente para Inversiones en el el exterior. Sin embargo, a partir de 1993, esta limitación debe desaparecer de forma que podrán solicitarse créditos el cualquier país comunitario, incluso para financiar compras en España.