Los socialistas quieren anticipar para junio las elecciones en Portugal
El Partido Socialista Portugués (PSP), en la oposición, quiere que se anticipen para junio las elecciones legislativas, previstas para octubre próximo. Su secretario general, Jorge Sampaio, dice que el motivo es la proximidad de la presidencia portuguesa de la Comunidad Europea.
Sampaio, alcalde de Lisboa, argumenta que si en las elecciones hay un cambio en la mayoría -que ahora tiene el Partido Social. Demócrata (PSD) del primer ministro, Aníbal Cavaco Silva- el futuro Gobierno que se formaría en noviembre, de respetarse la actual fecha prevista para los comicios, tendría muy poco tiempo para preparar la presidencia de la CE, que le corresporiderá a Portugal en el primer semestre de 1992.Pero los socialistas tienen también otra razón: quieren aprovechar el dinamismo creado por la reciente campana presidencial y el triunfo de su ex secretario general Mario Soares. Esté inició a principios de marzo el segundo mandato de cinco años como jefe de Estado, para el que fue reelegído por cerca del 70% de los votos.
También se suma un cierto ablandamiento, agravado por la guerra del Golfo, del boom económico portugués, que en opinión de Sampaio permitió al Gobierno socialdemócrata adquirir una popularidad y Cavaco Silva fama de buen economista que creen totalmente inmerecida los partidos de la oposición.
El partido del Gobierno se opone a la anticipación de los comicios por las mismas razones que sus adversarios y porque esperan que el candidato socialista a la. sucesión de Cavaco Silva, que no goza de mucha popularidad, se desgaste aún más en un segundo año a la cabeza del Ayuntamiento de Lisboa. Éste fue conquistado con el apoyo de los comunistas en las elecciones municipales de 1989, cuando el Partido Socialista consiguió derrotar a los socialdemócratas por primera vez desde la llegada de Cavaco Silva al poder, en 1987.
Cautela de Soares
Y frente a la oposición de la mayoría socialdemócrata, el presidente Soares, que tiene poderes para disolver el Parlamento y que dejó entender en su discurso de investidura que estaría a favor de la anticipación de los comicios, fue obligado a frenar la impaciencia de sus amigos socialistas. Dijo que consideraba muy positivo el hecho de que por primera vez en Portugal desde la transición democrática un Gobierno y una mayoría completen el mandato de cuatro años para el que fueron elegidos. Pero añadió: "SI todos los partidos llegasen a un consenso sobre la conveniencia de anticipar los comicios, estaría dispuesto a considerar esta hipótesis".Pero no es el caso, y dentro de unas semanas ya será demasiado tarde para realizar elecciones antes del verano. A pesar de todo, los socialistas han saludado la llegada de la primavera inundando las calles con carteles en los que anuncian: Ahora, nosotros; y las maquinarias de los partidos preparan los motores en previsión de una batalla electoral.
Los sondeos de opinión son contradictorios y no indican claramente cuál será la tendencia del electorado, aunque los analistas apuntan una nueva victoria de Cavaco Silva por mayoría relativa, y ya sin la mayoría absoluta alcanzada 1987.
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