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Las ambulancias tuvieron que prestar sus camillas al hospital Gregorio Marañón

El servicio de ambulancias adscrito al hospital Gregorio Marañón de Madrid quedó bloqueado el pasado domingo al tener que prestar sus camillas a los enfermos que ingresaban en Ia residencia y se encontraban sin camas, según reveló ayer el comité de médicos de este centro sanitario, cuyos miembros mantienen desde hace más de un mes una huelga de celo en protesta por la "desatención" de sus reivindicaciones. Según los huelguistas, el Gregorio Marañón se encuentra a un 100% de ocupación, lo que ha obligado a la dirección a derivar pacientes a otros hospitales de su referencia.

Mientras que los huelguistas -un 85% de la plantilla- califican de "caos absoluto" la situación del centro ("casi todos los días hay enfermos en los pasillos"), la dirección la minimizó aduciendo que en "ningún momento" ha habido que ubicar enfermos fuera de las habitaciones. El director médico del hospital, José Manuel Infante, aseveró ayer, por su lado, que el nivel de ocupación de su centro es del 95%). Este hospital atiende una media diaria de 350 urgencias, y aproximadamente un 304 de ellas llegan en ambulancia, segun informaron fuentes de ese servicio.El comité de médicos, que reclama un incremento salarial de las guardias y que éstas les sean abonadas incluso en vacaciones por "ser una imposición", achaca el caos "a la mala planificación del hospital". El desorden que aqueja al centro, refieren estos médicos, se traduce en un "importante incremento de la listas de espera". La demora del servicio de traumatología, por ejemplo, llega a los dos años: hay enfermos que aguardan desde febrero de 1989 a que los llamen para operarse. El doctor Casteleiro, traumatólogo y miembro del comité, expresó su vergüenza por la situación en que se encuentra el hospital. "Vamos a tener que demorar otra vez la hospitalización de unos 200 pacientes que estaban programados para ser intervenidos próximamente", recalcó.

La huelga de celo consiste en hospitalizar al paciente siempre que el facultativo advierta un mínimo de riesgo, y está siendo secundada por un 85% de la plantilla de médicos, siempre según este colectivo.

José María Porras, secretario regional del Sindicato de ATS de España (SATSE), el más representativo de la enfermería, insta a los huelguistas a que utilicen los conductos adecuados para la negociación de sus reivindicaciones.

Infante minimizó ayer la incidencia de la huelga, aunque admitió que sus efectos se están dejando notar más en urgencias. Miembros del comité de médicos culpan también del incremento de las esperas quirúrgicas al hecho de haberse incumplido el plazo de entrada en funcionamiento de siete quirófanos que se construyen en el hospital, con el agravante, indicaron, de que contienen tantos defectos que los hacen "inservibles". Según estos médicos, "son tan grandes los focos habilitados, por ejemplo, que impiden colocar bajo ellos la mesa de operaciones".

José Manuel Infante manifestó (mientras mostraba a este periódico las, ayer, descongestionadas salas del servicio de urgencias; poco antes también habían estado allí las cámaras de televisión) que es incierto que haya habido que modificar la estructura de ninguno de los nuevos quirófanos para subsanar sus deficiencias. Alberto Cruz, otro de los miembros del comité de médicos del Gregorio Marañón, afirma que la hospitalización se mantiene durante el tiempo preciso, aunque, según él, hay médicos afines a la dirección que aprovechan la ausencia de los huelguistas, sobre todo los fines de semana, "para dar altas" a los enfermos.

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Incendio en Rehabilitación

Por otra parte, en la tarde del pasado martes se produjo un incendio en el Instituto Provincial de Rehabilitación, dependiente del hospital Gregorio Marañón. María Teresa Botella, la doctora que se encontraba ese día de guardia en este centro sanitario, afirma en un escrito reservado enviado a la dirección que se percató del incendio, localizado en los sótanos, por el humo que llegó hasta su habitación, ubicada en la cuarta planta. Según Botella, este instituto carece de "avisador de humo y de alarma de incendios", dice.El incendio fue sofocado por el personal de mantenimiento del instituto, algunos de cuyos miembros tuvieron que ser evacuados hasta el hospital matriz, el Gregorio Marañón, aquejados de una intoxicación aguda, "ante la falta de oxígeno centralizado". "Tanto visitantes como enfermos", agrega. "tuvieron reacciones de profundo nerviosismo".

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