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30 familias que ocupan una casa en ruinas paran la operación de Ventas

Jorge A. Rodríguez

Una treintena de familias gitanas y payas que ocupan desde hace dos años un edificio en ruinas están paralizando la operación municipal Puente de Ventas. Los 58 adultos y 56 niños que okupan el inmueble número 4 de la calle de Elfo se niegan a ser realojados, como pretende el Ayuntamiento de Madrid, en dos pequeños barracones cerca de la depuradora de La China -al final de Entrevías- que carecen de los servicios más elementales. El proyecto de reforma de Ventas tiene por objetivo construir viviendas, oficinas, equipamientos y nuevos viales para la M-30 en un terreno de 200.000 metros cuadrados.

"No nos vamos a ir a esos dos barracones y vamos a resistir aquí hasta que nos lleven a un sitio donde podamos vivir con dignidad con nuestros hijos", asegura Rafael Cortés Cortés, gitano, que se ha erigido en portavoz de las 30 familias que viven en otras tantas viviendas repartidas en las tres plantas de Elfo, 4.Hace ya dos años y medio que el padre de Rafael, Juan Cortés, ojeó el edificio, que estaba abandonado y tapiado. La ocupación del inmueble comenzó inmediatamente, y los nuevos moradores pintaron, remozaron y apuntalaron las viviendas. Las casas no tienen ni luz ni agua.

El edificio en cuestión es un destartalado bloque, paralelo a la calle de Alcalá, situado frente a la plaza de toros, al otro lado de la M-30. Por sus descansillos sopla un viento inmisericorde. Cuando llueve, los inquilinos tienen que usar paraguas para no mojarse por las escaleras.

Intentos de desahucio

El Ayuntamiento ha intentado en dos ocasiones desalojar el inmueble. En febrero pasado, la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Madrid, Rosario Espinosa Merlo, firmó un mandamiento de entrada en Elfo, 4, para proceder a su demolición. El 6 de marzo se intentó el desahucio, pero no fue ejecutado.Los moradores, en su mayoría cristianos evangélicos, pidieron un aplazamiento hasta que realizaran gestiones para su realojamiento. "Hemos ido a todos sitios, pero nos han dado largas. En su día nos prometieron 30 casas, pero ahora nos quieren meter en los barracones", afirma uno de los ocupantes. Incluso han escrito al defensor del pueblo, Álvaro Gil-Robles, que les ha contestado que nada puede hacer por ellos.

Los barracones donde pretenden alojarlos apenas tienen 100 metros cuadrados. Los servicios estarán en una caseta aneja y el agua será suministrada por camiones cisterna. El comercio más cercano está a un par de kilómetros y la zona no está urbanizada.

Fuentes municipales señalaron que se pensó en los barracones "porque se creía que sólo había cuatro familias". Sin embargo, los okupantes entregaron el 11 de septiembre pasado, en la Junta de Ciudad Lineal, una lista con los nombres de los 114 vecinos del bloque. "Nos conformamos con que nos den un sanqui [viviendas prefabricadas] a cada uno", afirma Rafael Cortés.

José Luis Garro, responsable de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, asegura que la parcela donde se levanta el polémico edificio ya ha sido adjudicada a los promotores. Garro afirma que se debe proceder al desalojo y demolición del inmueble, ya que hay que entregar a los promotores la parcela limpia.

La operación de Ventas, encomendada a la Empresa Municipal Puente de Ventas, Pretende facilitar el acceso desde el barrio de la Concepción y del cementerio hasta el centro de la ciudad, a través de la avenida de Daroca y de Virgen de la Alegría. También se quiere permitir el acceso directo desde la M-30 a los equipamientos que se van a construir en la zona, pero sin congestionar la calle de Alcalá. Otro de los objetivos es descargar la M-30, aumentando su capacidad circulatoria y los accesos a Alcalá.

En la zona se construirán 11.800 metros de equipamientos y oficinas, se dedicarán 74.000 metros a espacios libres, y casi 100.000 metros más a la construcción y ampliación de viales. También se edificarán nueve bloques de pisos.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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