La popularidad del presidente

Es un dato sorprendente: una encuesta del diario USA Today muestra que al término de la guerra del Golfo la popularidad del presidente Bush se disparó hasta un 91%. (...) Un porcentaje tan alto incluye con seguridad un buen número de amigos por interés. (...) Pero incluso aceptando eso, ¡un 91%! Con ese apoyo, hay holgura suficiente como para que se marchen los amigos advenedizos y dejar al presidente en situación de favorito para 1992. (...) La experiencia de otros presidentes muestra una cruda verdad sobre tales aumentos de popularidad: no son duraderos. En todas las situaciones internacionales graves que afrontan, los norteamericanos se agrupan en torno a la bandera y al presidente. (...) La cuestión es que la popularidad que surge de este tipo de acontecimientos es temporal. (...) Lo que crea efectos duraderos sobre la permanencia de un presidente son los acontecimientos económicos. Y éstos pueden ser valorados por la correlación que hay entre los índices de popularidad y los cambios en la tasa de desempleo. (...)Pese a la popularidad de su política en el Golfo, poco apoyo parece recibir el resto de su política. En las últimas semanas, la aprobación de su política económica ha estado 40 puntos por debajo del nivel de apoyo de su política en el Golfo. (...) Es probable que entre el momento actual y las próximas elecciones la popularidad del presidente cambie una y otra vez.

5 de marzo