Trasladados a Torrejón cadáveres de soldados de Estados Unidos
Un número indeterminado, pero reducido, "alguna decena", de cadáveres de soldados norteamericanos muertos en la guerra del Golfo se encontraban ayer en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), según indicaron a este diario fuentes de dicha instalación militar.Los cadáveres se guardan en el tanatorio que ha sido instalado para la ocasión en un hangar próximo a la pista de la base, en cuyo interior existen varias decenas de mesas preparadas para embalsamar los cuerpos y cuyo exterior se encuentra fuertemente custodiado por efectivos militares norteamericanos, que no permiten a nadie acercarse al mismo.
Las fuentes consultadas no pudieron precisar el número de cadáveres que han llegado a la base española de utilización norteamericana, pero calificaron de "exagerado" el número de 300 difundido ayer por el diario El Independiente.
La Embajada de EE UU en Madrid, a través de un portavoz, negó esta cifra, superior incluso al número de bajas reconocidas por la Administración norteamericana desde que empezó la guerra, y agregó con rotundidad que "ni un solo cadáver ha llegado a Torrejón". Esta misma versión fue defendida por el portavoz del Ministerio de Defensa español.
Ataúdes de aluminio
La pasada semana llegaron a la base más de medio centenar de ataúd es de aluminio reutilizables que se emplean para el traslado de los cuerpos, según distintas fuentes. Se trata de la partida más importante llegada a la instalación militar, aunque anteriormente se habían recibido ya algunos féretros.
Los cuerpos vienen desde Arabia Saudí envueltos en bolsas de plástico y, tras ser preparados en Torrejón e introducidos en los ataúdes de aluminio, se envían a la base de la Fuerza Aérea norteamericana de Dover (EE UU). Las autoridades de Washington mantienen un mutismo casi absoluto en relación con las bajas sufridas en combate, debido al impacto que esta cuestión tiene en la opinión pública de su país.
Además de tanatorio, la base de Torrejón tiene también preparado un hospital de campaña, con unas 250 camas de capacidad, para atender y clasificar a los heridos procedentes del frente. Algunos de ellos serían trasladados a los hospitales castrenses de Madrid designados al efecto en medio centenar de ambulancias norteamericanas conducidas por militares españoles.
