_
_
_
_

Temor a una reacción desesperada de Sadam Husein

Los israelíes están aliviados, pero a la vez tensos, después del desencadenamiento de la ofensiva terrestre contra Irak. Aliviados porque ven que ha comenzado el principio del fin de Sadam Husein. Tensos, porque temen que el dictador iraquí, al sentir próxima su derrota, envíe los misiles que le queden contra Israel.El ministro israelí de Defensa, Moshe Arens, ha confirmado este temor y ha exhortado a la población a permanecer en su lugar de residencia y mantener al alcance las máscaras de gas.

La pregunta ahora es si Israel se unirá a la ofensiva general contra Sadam. Arens se negó a dar precisiones.

Un grupo de escolares, chavales entre ocho y nueve años, esperan el timbre para entrar en clase. "¿Sabéis lo que pasa en el Golfo?", pregunta este corresponsal. "Claro. Bush les ha dicho a sus soldados: bueno ya habéis jugado bastante, ahora hay que terminar con esto". "¿Qué pensáis que pasará con Sadam?". "Que la harán prisionero". "¿Quiénes? ¿Los americanos?". "No, sus propios soldados, pero conseguirá huir. Es un tipo astuto". "A la mierda con Sadam. Quiero que termine la guerra para mandar al demonio mi máscara de gas".

Más información
Shamir apoya la decisión de Bush de iniciar la ofensiva terrestre

Le pregunto a un chico de ojos marrones y aspecto confiado y tierno si sabe cómo podría apresarse a Sadam. Frunce el entrecejo y mirándome dice: "Primero cavar un túnel bajo tierra hasta el búnker, entonces destrozar el generador que garantiza el aire fresco en el refugio, y cuando Sadam empiece a asfixiarse se rendirá".

"¿Has pensado eso en este mismo momento?", le pregunto. El muchacho me mira con cierto aire despectivo y responde: "Claro que no, llevamos días y días discutiendo sobre ello".

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

"Pero es que Sadam es incapaz de comprender que no tiene ninguna posibilidad frente a los norteamericanos", dice un quiosquero, un viejo polaco que llegó aquí hace 40 años. "Yo nací en Bagdad", interrumpe un cliente, "y para los iraquíes no merece la pena vivir sin honor".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_