Piden una indemnización por la muerte de un joven en una acampada municipal

Gabriel Navascués tenía 18 años cuando murió aplastado en las rocas en un campamento organizado en el verano de 1989 por el Ayuntamiento de Madrid en Benasque (Huesca), cuando se tiraba desde un puente con una cuerda en la práctica de un deporte llamado puenting, que no estaba programado. La familia denuncia ahora la irresponsabilidad del municipio por no haber recibido aún la indeminzación, a pesar de que la corporación tiene un seguro suscrito para este tipo de accidentes.

Las responsabilidades penales se archivaron en el juzgado puesto que quedó probado que se trataba de una actividad voluntaria y que el joven se lanzó antes de que los monitores tuvieran preparadas las cuerdas que le debían sujetar antes de su llegada al suelo.Responsables de la empresa Animación y Promoción del Medio, que organizó las actividades de montaña por encargo del municipio de Madrid, manifestaron que la muerte se produjo por "imprudencia del muchacho".

Uno de los companeros que se encontraban al lado de Gabriel explicó ayer desde su domicilio de Madrid que antes del accidente se habían tirado dos monitores y que, tras atarse las cuerdas al cinturón, "se tiró sin aviso". "Yo iba a ir detrás de Gabriel. Después de lo que pasó no he tratado de probar ese deporte", dijo.

La empresa organizadora manifestó que la indemnización corría a cargo del Ayuntamiento puesto que era éste el que había contratado el seguro. Por su parte, el Ayuntamiento manifestó que tiene un, seguro contratado con la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) pero no pudo precisar la cantidad.

Margarita y Antonio, padres del joven, tratan un año y medio después de perder a su hijo, "de obtener todas las respuestas posibles al hecho de que falleciera en una actividad no programada dentro de un campamento municipal". "Del Ayuntamiento sólo hemos recibido un coche para llevarnos al lugar de los hechos y un telegrama de pésarne", explica Margarita.