Los vecinos protestan por la puesta en servicio de la Gran Vía de Hortaleza
El Ayuntamiento inauguró ayer dos ejes viarios en el noroeste de Madrid que comunican la M-30 con la M-40 y dan un servicio alternativo al aeropuerto de Barajas. El objetivo de facilitar la comunicación con los barrios de Hortaleza y Canillas no ha contentado a los vecinos, que protestan por lo que consideran una partición en dos del distrito.
Manuel Jesús González Callejo, corno portavoz del Consejo Ciudadano de Hortaleza, que aglutina a seis asociaciones de vecinos, concreta las, quejas sobre estos ejes en que pese a "que utilizan terrenos básicos para el desarrollo del distrito, no contemplan en absoluto las necesidades del mismo, sino que se han diseñado para dar salida, deficientemente, a las necesidades que plantearán en su día los recintos feriales". Este colectivo calcula en 100.000 los vecinos afectados por la incidencia de este proyecto municipal todavía no terminado.Los tramos que entraron ayer en funcionamiento, uno de 2,5 kilómetros en la Gran Vía de Hortaleza (entre la calle de López de Hoyos y la vía borde) y otro de 3,5 kilómetros en el eje de Moscatelar-Silvano (entre Arturo Soria y, la misma vía), no se completarán hasta agosto, cuando se finallíce el paso subterráneo de la calle de Costa Rica. El presupuesto total de las dos obras llega a 1.440 millones de pesetas.
Los responsables municipales responden a las críticas de los vecinos, afirmando que en la construcción de estos accesos se ha buscado "una adaptación respetuosa al entorno, que no merme su carácter de gran vía distrital". En este sentido apuntan la resolución de la rnayoría de los cruces con glorietas a nivel.
El portavoz vecinal asegura que estos viales "han producido una recalificación de terrenos, expropiación de propietarios de viviendas humildes pero dignas y la especulación con los terrenos, tanto por parte del Ayuntamiento como de la empresa privada que planea su expansión sobre la zona". Los vecinos sostienen que quedan sin programar coherentemente los servicios públicos, que se divide en dos el barrio de Portugalete y que se destruyen áreas verdes consolidadas.
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