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La muerte del invidente

Una de las 30 víctimas mortales por fallos en los ascensores fue Antonio Vicente Mosquete, el anterior presidente de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE). El accidente se produjo el 1 de junio de 1987, cuando el invidente -que había transformado una organización de caridad en una de las principales empresas del país- entraba en el portal de su casa, en el número 26 de la calle del Castillo, y llamaba el ascensor para subir a la cuarta planta, donde vivía con su mujer, invidente, y sus dos hijos.Mosquete, de 35 años, abrió la puerta del ascensor sin que hubiera llegado la cabina y se cayó por el hueco desde unos cinco metros de altura. El ascensor había sido instalado 19 años antes por la empresa Talleres Mecánicos Gamur, que no se encargaba de su mantenimiento desde que la comunidad de vecinos prescindió de sus servicios.

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