La monarquía británica pierde prestigio con la crisis

El aparente desentendimiento de la guerra del Golfo de algunos de los miembros de la familia real ha provocado una caída de la popularidad de la institución monárquica en el Reino Unido, cuyos ciudadanos empiezan a criticar los privilegios regios y exigen que la soberana pague impuestos.

El editorial de The Sunday Times que hace dos domingos criticaba la actitud de la familia real provocó a lo largo de la semana pasada un aluvión de opiniones, en su mayoría adversas a la realeza.

Sondeos publicados ayer muestran un súbito enfriamiento, de las relaciones entre la calle y la monarquía, hasta el punto de que en sólo un año ha ascendido del 24% al 42% el número de británicos que consideran que la monarquía es un lujo que el país no puede permitirse.

Apenas un 31% de los ciudadanos cree en la actualidad que la monarquía vaya a sobrevir el próximo siglo, frente al 50% de hace un año.

La actitud de los miembros menores de la familia real -vistos como gandules vividores por una buena parte de los británicos- es lo que más ha contribuido a este desplome.

La duquesa de York, esposa del príncipe Andrés, y el benjamín de. los hijos de la reina, Eduardo, son los que reciben el grueso de las críticas, hasta el punto de que el diario The Guardian ironiza sobre si no se estará convirtiendo aquélla en una amenaza a la monarquía comparable a Oliver Cronwell, que se levantó contra el absolutismo de Carlos 1 e hizo rodar la regia cabeza.