_
_
_
_

Los efectos de la guerra

Cuatro semanas. Hace ya cuatro semanas que los soldados iraquíes, atrincherados en Kuwait en sus refugios subterráneos, sufren el fuego graneado de los coaligados. Las armas truenan sin cesar, día y noche. Puede desmoronar a los hombres más aguerridos.Enfrente, los aliados se preparan para la ofensiva terrestre. Saben que será violenta. Mortal. De un lado y del otro, el miedo pone un nudo en el estómago. Los carácteres más templados, los soldados más preparados no escapan al estrés del combate. ( ... ) Todo combatiente conoce el estrés. Puede ser saludable, preparatorio para la acción. Un increíble baile hormonal, orquestado por el cerebro, pone en alerta a los sentidos, los músculos se tensan, el corazón late más rápido. Pero, a veces, estas reacciones son excesivas, el hombre no las controla, sufre taquicardia, su pulso se acelera (un mal muy conocido, le llaman corazón de soldado), vomita y padece dolores intensos. El combatiente está como paralizado, apático, aparentemente indiferente a lo que pasa a su alrededor. O al contrario, está agitado, hablando sin parar. ( ... )

Los soldados profesionales, los que se encuentran ahora en el Golfo, han sido seleccionados en función de su resistencia psíquica. ( ... ) No obstante, inevitablemente, muchos de ellos van a derrumbarse ( ... ) porque incluso el soldado más valiente no puede ser una máquina de matar.

16 de enero

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_