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Un edificio de 13 plantas vacío será ocupado por la Asociación de Inquilinos

La Asociación de Inquilinos de Madrid (AIM) está preparando la ocupación de un edificio vacío de 13 plantas en el barrio de Vallecas, en Madrid, para lo cual contará con la colaboración de familias que estén siendo desalojadas de sus viviendas. La asociación estudia en estos momentos la habitabilidad de este inmueble, para realizar una ocupación duradera, "no algo testimonial que sea entrar y salir, porque en estas familias hay niños", según explicó Enrique Pedrero, su presidente.

Un caso claro de la indefensión de los inquilinos ante las consecuencias del decreto Boyer de liberalización de alquileres, el caballo de batalla de la AIM, es el de Mercedes Marín. Con 32 años, trabajando de limpiadora en un telepizza, dos horas y media al día por 35.000 pesetas al mes, vive desde septiembre de 1989 en una casa mínima de un piso bajo en la calle de Pico Cejo, cerca del Puente de Vallecas. Paga 25.000 pesetas por unos escasos 25 metros cuadrados, una habitación angosta, un cuarto de estar enano y una minicocina, todo de paredes desconchadas y ventanucos que dan a zonas interiores del edificio. También se gasta 6.000 pesetas más en la guardería de sus hijos, Rafa, de tres años, y David, de uno.Fue precisamente la bronquitis de David lo que evitó que fuera desalojada el pasado viernes. Hace tiempo que no paga el alquiler, y, además, en septiembre de 1990, el casero le dijo que no le interesaba renovar el contrato de un año por menos de 30.000 pesetas. "Si no nos queda un duro y no podemos pagar 25, menos podremos pagar 30", dice Mercedes, a quien su madre, de 57 años, ayuda con lo que puede. El padre de sus hijos le pasa "algunas pesetas cuando viene por aquí". Soltera, está esperando una resolución judicial para que este electricista "con nómina" le ayude en la manutención de los niños.

Todo, menos estar en la calle

Mercedes ha hablado ya con la asistente social del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima). "Me dijo que no había riada que hacer, que por ahora no tienen pisos". La falta de tiempo le ha impedido pedir el Ingreso Madrileño de Integración, el salario social. "Sólo tienen horario de mañana, cuando yo trabajo". Ella da el tipo medio de beneficiaria de este ingreso: sola, con hijos a su cargo y sueldo ínfimo.Mercedes asegura estar dispuesta a ocupar el edificio del que le han hablado en la Asociación de Inquilinos. "Menos estar en la calle, todo". "Lo único que falta para empezar a ocuparlo es comprobar que el inmueble tiene electricidad y agua, vamos, que se puede vivir en él, no vaya a ser que entremos y tengamos que salir el mismo día", explicó Enrique Pedrero.

Un caso parecido es el de PiIar Vélez, que, junto con su marido, Rafael Viciana, y sus hijos de dos y siete años, fueron desalojados el pasado 25 de enero de la casa que ocupaban en la calle de la Joyería, donde entraron dando una patada en la puerta después de ver que llevaba 14 años desocupada. El dueño les denunció por allanamiento de morada.

Desde entonces han vivido, sucesivamente, en una tienda de campaña, en la sede de la AIM en la calle de la Sierra Carbonera y en casa de una vecina desde el pasado miércoles, después de que intentaran en la tarde del día 1 de febrero ocupar otro piso vacío en una colonia de la Empresa Municipal de la Vivienda del Puente de Vallecas, ayudados por la asociación, La llegada del propietario les detuvo.

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