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Mármol caído

El conflicto del Golfo repercute en las empresas almerienses que trabajan esta piedra

El conflicto bélico en el golfo Pérsico ha alcanzado al sector del mármol de Macael, en Almería, donde se han recibido con preocupación las primeras anulaciones de compras de clientes árabes, en su mayoría residentes accidentales en la Costa del Sol que gustan adornar sus mansiones con esta preciada piedra. Las 200 empresas de la comarca, que dan trabajo a 5.000 personas y generan ventas anuales de 20.000 millones de pesetas, ven con preocupación cómo se reduce su ritmo de producción.

Afortunadamente para ellas, las obras de la Expo 92 en Sevilla acaparan todo el mármol de primera calidad que ahora no pueden comprar los kuwaitíes ni sus hermanos de Golfo que veranean en la Costa del Sol.Los marmolistas almerienses no tienen tradición exportadora como lo demuestra que sólo el 5% de la producción sale de España. En la Costa del Sol se queda casi la cuarta parte. Después Madrid, Barcelona y otras ciudades andaluzas se llevan el resto del oro blanco macaelense. El inicio de la guerra ha dejado en suspenso la venta de 1.000 millones de pesetas en mármol con destino a Kuwait.

Es esta una cifra real que habrá que sumar a las que vayan llegando. Antonio Valdés Cosentino, presidente de la asociación de empresarios del mármol asegura que el sector no ha evaluado aun sus pérdidas. "Estamos como todo el mundo, esperando a ver que ocurre. Estamos buscando otros sitios para vender y de momento hemos reducido la producción un poco".

Surgen los nervios

Si disminuyen las ventas, serán las pequeñas explotaciones las primeras en pagar las consecuencias ya que venden a las grandes firmas. "Hay nervios, se vende como se puede y aumentan las reservas", confiesa Santiago Alfonso, directivo de la asociación.

Pese a que Macael y su comarca producen casi la mitad de todo el mármol nacional, los empresarios se encuentran con la paradoja de que reciben ofertas de venta de mármol italiano que encuentra dificultades también en los mercados internacionales. Es un mármol de segunda que está llegando a Espafia desde otras naciones como Portugal y la propia Italia.

Durante los últirnos cinco o seis años, los multimillonarios árabes afincados en la Costa del Sol han venido gastiando 2.000 millones de pesetas anuales en mármol almeriense para sus casas y mezquitas. La guerra ha interrumpido las operaciones.

El conflicto ha supuesta también la anulación de un viaje de los empresarios almerienses a Japón organizado por la oficina en Tokio del Instituto de Fomento de Andalucía para que los constructores nipones conocieran mejor las posibilidades estéticas y comerciales del mármol.

Más decidido han sido por el contrario los cinco dírectivos de Sumitomo Corporation de Japón, que en 1992 construirá en la bahía de Osaka el rnayor aeropuerto del mundo. Costará un billón de pesetas y llevará 300.000 metros cuadrados de pavimento de mármol. Los empresarios almerienses esperan guministrar una buena parte de esa superficie, tras la visita del grupo a primeros de enero.

Además de la guerra es la crisis turística la que causa una mayor incertidumbre en el sector. "Se han paralizado las grandes construcciones turísticas en la costa y eso lo hemos notado nosotros desde el principio", recuerda Santiago Alfonso. Desde antes del mes de julio se estudia una reordenación interna del sector para hacer frente en buenas condiciones al mercado único europeo. Antonio Valdés considera que ese reajuste pasará por la especialización, la calidad y la artesanía. "Queremos obtener la denominación de origen para el blanco Macael porque hay que estar al nivel de los competidores internacionales".

Piedra italiana

El cierre de mercados como el de la Costa del Sol y el propio Kuwait, y la llegada de piedra italiana no ha impedido una subida generalizada de precios en tomo al 3% para la producción almeriense. Es un incremento moderado que demuestra la cautela a que obliga la guerra. En las canteras se ha limitado considerablemente el número de horas extraordinarias y la jornada laboral se reduce a las marcadas por el convenio. Hasta el comienzo de las hostilidades Macael y su comarca no daban abasto para atender la demanda. Ahora se vi con preocupación el aumento de piedra trabajada y sin salida comercial, pese al considerable tirón de la Expo 92 a celebrar en Sevilla.

Santiago Alfonso, responsable de mercadotecnia de Mármoles Cosentino, la principal de la comarca, y directivo de la asociación empresarial, recuerda en estos días de crisis que a principios de 1990 Sadan Hussein adquirió mármol almeriense a través de la empresa británica Interiors.

En su palacio presidencial de Bagdad, y si las bombas aliadas no han caido sobre él, hay pavimento en varias plantas, placas de paredes y columnas diseñadas sobre el mármol almeriense. Sadan Hussein, presidente de Irak, pagó en efectivo 40 millones de pesetas por el lote.

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