Bush y el rey Hussein echan un pulso

ANTONIO CAÑO ENVIADO ESPECIAL La prensa jordana respaldó ayer la posición de su Gobierno en la crisis surgida en las relaciones con Estados Unidos y alegó que la ayuda económica norteamericana a los países árabes es "dinero ensangrentado". Las diferencias entre Ammán y Washington pueden poner en peligro, según los observadores, el mayoritario respaldo de los Gobiernos árabes a la coalición antiiraquí.

"El mensaje real fue recibido fuerte y claro. Pero lo que nosotros queremos decir a los norteamericanos es que no queremos su dinero si tenemos que pagarlo con dignidad y honor. Y verdaderamente no tenemos ninguna necesidad de recibir dinero ensangrentado", afirmaba ayer un editorial del diario Jordan Times, que representa al más importante grupo editorial del país.Esta publicación marca el sentimiento general en Jordania después de que el presidente George Bush se lamentase de que Ammán se hubiera alineado con Bagdad y anunciase la revisión de su ayuda militar y económica a este país.

El ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Taher al Masri, no quiso echar más leña al fuego, pero se sorprendió de que Estados Unidos no comprendiese las razones que han llevado a Ammán a ponerse del lado de Irak.

Las razones pueden ser, entre otras, que Jordania, pese a ser uno de los países que más ha sufrido por el bloqueo decretado contra Irak, no ha recibido ni un dólar en compensación, mientras que cada día llegan a Tel Aviv aviones cargados con asistencia económica y militar, olvidando que Jordania sigue técnicamente en guerra con el Estado judío.

Las razones pueden ser, entre otras, que se obliga por la fuerza a Jordania a suspender las importaciones de petróleo iraquí -trece conductores Jordanos han muerto ya en los bombardeos norteamericanos contra los camiones cisterna en la carretera Ammán-Bagdad-, al mismo tiempo que dos socios norteamericanos en esta guerra, Arabia Saudí y Siría, se niegan a vender crudo al Gobierno jordano.

Ayer, un portavoz oficial jordano anunció que las negociaciones con el Gobierno de Damasco para conseguir abastecimiento petrolero no han dado todavía resultado.

Otra de las razones de Jordania para advertir a Washington que la guerra actual es una guerra contra la nación árabe es recordar a la Administración norteamericana su obligación de hacer frente a todos los problemas de la región. "La legitimidad internacional debe ser aplicada en términos iguales y con el mísmo criterio a todos los temas pendientes en Oriente Próximo", escribía ayer el diario en árabe Al Rai.

Para Estados Unidos, la crítica del rey Hussein -un aliado tradicional de Washington en la región- no es equiparable a la de otros dirigentes árabes. Su peso, como líder moderado y querido tanto por los Gobiernos occidentales como por la población palestina, puede ser decisido a la hora de buscar un arreglo pacífico.

El rey-Hussein mantuvo ayer un encuentro con el viceprimer ministro iraquí, Sadun Hamadi, en el palacio real de Aminán. También tenía previsto ofrecer ayer por la tarde una conferencia de prensa, pero fue suspendida repentinamente.