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El Estudiantes perdió una buena ocasión en la pista del Joventut

El Montigalá-Joventut consiguió en dos acciones, en los últimos ocho segundos, lo que durante 40 minutos no tuvo claro. A pesar de que los verdinegros fueron siempre por delante, el Estudiantes reaccionó en todo momento e impidió que su desventaja fuese tal que ofreciera garantías a su rival con vistas al partido de vuelta de esta eliminatoria de cuartos de final de la Copa Korac. No fue un partido espectacular y todos demostraron una excesiva confianza en que todavía disponen de una segunda oportunidad.Las primeras acciones fueron una demostración de la tónica que iba a seguir el encuentro. El 6-0 inicial a favor de los jugadores de Lolo Sainz fue anulado rápidamente por los estudiantiles en el inicio de un continuo tira y afloja que convirtió el marcador en un acordeón electrónico. El relajamiento defensivo permitía acciones fáciles en ataque, que en los primeros instantes tuvieron a Pressley y Antúnez como protagonistas. Thompson anulaba a Pinone y le obligaba a alejarse del aro, pero Villacampa tenía problemas parecidos paliados por las rápidas faltas personales de Montes. Ya en la primera parte quedaba claro que el Estudiantes jugaba con un hombre menos. Winslow se fue al banquillo en lugar del acuciado Montes.

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El Estudiantes jugó siempre un partido típico de la casa de la calle de Serrano. Llevó el baloncesto a la mínima expresión del espectáculo, anuló la velocidad del Joventut y prefirió las actuaciones subterráneas y confusas a las florituras. Ése era el partido que necesitaba. Las escasas notas de alegría las ponía en la inacabable serie de triples, que al principio fueron positivos, pero al final se mostraron abusivos (9 de 22). El partido fue monocorde en el crecimiento de la ventaja local: 46-39 en el descanso y 93-79 al final. Antúnez y Pressley se vieron acompañados primero por Villacampa y luego por Herreros en el capítulo anotador, en una clara demostración de que los hombres exteriores debían correr con la cuenta anotadora.

Al final, cuando los hombres del Estudiantes ya jugaban a congelar el balón, el campeón de la Korac hizo valer la suerte de los ganadores. Antúnez, casi infalible toda la noche, falló con 90-79, y a ocho segundos del final, una acción de uno más uno. En el contragolpe, Pressley anotó un triple. De perder por nueve y soñar toda la semana pasaron a perder por 14 y tener una semana de pesadillas.

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