"Cuando acabe la guerra haremos la fiesta"

"El primer baile de carnaval del círculo fue en 1981. Últimamente se había transformado en una fiesta tradicional y simpática para todos los madrileños que quisieran ir, pero este ano nos planteamos su suspensión al darnos cuenta de que no teníamos ánimo", dijo este diseñador y pintor, nacido en Huelva hace 48 años, para explicar esta medida, que coincidió con la polémica suscitada en el Ayuntamiento de Madrid y en los de otras localidades sobre el carnaval."La desazón ciudadana y la situación en la que estamos no son lo más indicado para meterse en fiestas, pero en el mismo momento en que se pare la guerra o nos digan que todo marcha un poquito mejor, montaremos un fiestongo al que invitaremos a todo el mundo, aunque haya que ampliar el Círculo hasta la Puerta del Sol", aseguró.

En cuanto al futuro de la entidad, que, según sus palabras, ha pasado un periodo de estancamiento, García Ramos afirmó que una de las primeras cosas que piensa hacer como presidente es "crear una estructura económica seria y propia de una sociedad que va a entrar en 1993 en Europa. Queremos ser un centro cultural que ejerza de tirón de todas las demas instituciones españolas".

El Círculo cuenta actualmente con casi 6.000 socios, muchos de los cuales se incorporaron después de participar en los talleres y seminarios sobre las más variopintas actividades culturales que continuamente se programan. El 10% del presupuesto de la entidad se financia con las aportaciones de los socios, mientras que otro 5% proviene de la entrada, las 100 pesetas que se cobran para acceder a todas las instalaciones, incluida la pecera, la cafetería de mullidos sillones donde se han dado cita los aficionados a la cultura y a la vida nocturna madrileña. "Esta medida, que se comenzó a aplicar en 1989, fue malinterpretada desde el primer momento. En este país nadie está acostumbrado a pagar por ver cultura, como una forma de cooperar con una institución que es privada y necesita dinero".

Problemas de financiación

Respecto a la posible relación entre el comienzo de la participación financiera de las distintas administraciones y el periodo de estancamiento, García Ramos replicó: "Se puede decir que levantamos el cierre con lo que nos dan nuestros patrocinadores, el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento e Iberia, pero el Círculo es una institución privada"."La primera batalla es conseguir una economía saneada que no haga pender de un hilo la continuidad de nuestras actividades", dijo el nuevo presidente. "Se trata de conseguir las financiaciones suficientes, no sólo por parte de las diferentes administraciones, sino también patrocinadores privados, con los que habrá que negociar qué tipo de protagonismo se les da en las actividades. Sin embargo, conseguir financianción privada es bastante difícil, porque prefieren apostar por las exposiciones de grandes maestros".