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El nuevo mapa político fuerza cambios de estrategia en todos los partidos vascos

El cambio de signo de la coalición de Gobierno equivale a un terremoto político en el País Vasco. Estrategias pensadas para el poder han debido ser revisadas completamente en pocos días, mientras otros partidos recorrían el camino inverso. Todos rehacen planes para las elecciones municipales y forales de mayo. Tres formaciones, el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), el Partido Popular (PP) y Euskadiko Ezkerra (EE), tienen previsto celebrar congresos el próximo mes.

La pérdida del liderazgo indiscutible de Xabier Arzalluz en el Partido Nacionalista Vasco (PNV) es una de las consecuencias inmediatas del tripartito. "No hay un jefe", subrayaba el propio interesado antes de firmar el pacto. Los mecanismos de decisión colectiva han funcionado esta vez, y el peso político del lehendakari José Antonio Ardanza y de su entorno se ha visto reforzado.Arzalluz, y con él las bases de Vizcaya, han terminado por hacer suya una solución que no les gustaba. Aún les espera algún trago amargo. El más inmediato será la comparecencia, el próximo 10 de abril, del ex consejero de Interior Luis María Retolaza ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, acusado de escuchas ilegales a su nuevo socio, el ex lehendakari Carlos Garaikoetxea.

En compensación, el PNV contempla las municipales con optimismo. La aspiración máxima es consolidar la recuperación en Vizcaya y lograr mayoría suficiente para gobernar en solitario la Diputación Foral. En el resto de las instituciones municipales y forales, la extensión del acuerdo tripartito parece casi inevitable, aunque, por el momento, "ni existe compromiso ni se ha tratado", afirma la dirección peneuvista.

El ganador político a corto plazo es Eusko Alkartasuna(EA), cuya bandera de "una nueva mayoría" nacionalista parecía condenada al fracaso tras las elecciones autonómicas. Garalkoetxea explica que, contra todo pronóstico, "veía posibilidades", y forzó una actitud de discreción, sin ataques ni críticas al PNV, hasta el momento de sentarse a hablar juntos.

Eusko Alkartasuna ha pasado de un horizonte electoral oscuro en Guipúzcoa, donde hubiera perdido todo margen para buscar alianzas en la Diputación y en el Ayuntamiento de San Sebastián, a una expectativa razonable de seguir al frente de ambas instituciones en coalición con EE ampliada al PNY. Desde la firma del pacto de gobierno, aseguran fuentes de la ejecutiva, se han despejado muchas dificultades para incorporar militantes de prestigio o independientes a las candidaturas municipales.

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Aproximación al PSOE

Euskadiko Ezkerra, por su parte, ultima los preparativos de un congreso decisivo para su futuro entre los días 8 y 10 de febrero. En diciembre pasado se impuso en la Asamblea Nacional por escaso margen la corriente Renovación Democrática, favorable a una aproximación al PSOE. La llamada a gobernar y el pacto tripartito pueden inducir cambios, aunque anteayer el secretario general, Kepa Aulestia, de la corríente Auñamendi, fue derrotado de nuevo y vio rechazada su propuesta de aplazar el congreso hasta marzo.Aulestia cree, pese a todo, que la discusión en el congreso será ahora, más realista. "El debate sobre política de alianzas está zanjado", afirma. "Vamos a colaborar con unos partidos en el Gobierno y otros nos van a hacer oposición". Aulestia concluye que "cualquier análisis mirando hacia el PSOE se ha desvanecido, porque este partido se ha situado fuera de juego".

La dirección de EE ha optado por el equilibrio al asignar sus consejerías. Jon Larrinaga, de Renovación Democrática, dejará su escaño en el Congreso para ocupar Urbanismo y Medio,Ambiente. El sindicalista Martín Auzmendi, de la corriente más nacionalista, Aufiamendí, se hará cargo de Trabajo y Seguridad Social.Otros dos partidos preparan congresos. El PSE-PSOE lo celebrará en Vitoria del 22 al 24 de febrero, y tendrá que dedicarlo a programar su tarea de oposición. El PP culminará la refundación en el País Vasco.Jaime Mayor Oreja, avalado desde Madrid por José María Aznar, ha conseguido triplicar el número de escaños autonómicos y superar en votos a EE. El dirigente popular está decidido a practicar una política de moderación y de búsqueda del consenso que saque a su partido de la marginalidad.

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