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Barajas recupera la normalidad y pierde el 15% de los viajeros previstos

Javier Casqueiro

El aeropuerto de Madrid-Barajas empieza a recuperar la normalidad y a olvidar el vacío en sus instalaciones, que se hizo patente tras estallar la guerra en el Golfo, pese a perder desde que comenzó el conflicto alrededor del 15% de los viajeros previstos para estas fechas. Sin embargo, en números reales, y según el director del centro, Fernando Mosquera, la media de pasajeros diarios apenas ha disminuido en 300 con respecto a enero de 1990.

El número de vuelos y la ocupación de los mismos también ha decrecido, así como el gasto que los acompañantes de los viajeros suelen realizar en las tiendas de las distintas terminales. Sólo han aumentado tres cosas: la aparente tranquilidad, los taxis estacionados y la presencia policial.Mosquera sitúa hoy en un nivel intermedio el puesto que podría ocupar Barajas con respecto a otros aeropuertos de similares características de los demás países europeos. En los 22 primeros días de enero arribaron a la terminal nacional 450.000 pasajeros, y a la internacional, 347.000.

La media diaria de afluencia a Barajas se coloca, por tanto, en 36.200 pasajeros, exactamente 300 menos que los 36.500 de un día de enero del año pasado. Este mínimo retraimiento adquiere otra relevancia si se tiene en cuenta "lo que estaba ocurriendo hasta el día 15", matiza Mosquera. El incremento de viajeros con relación al ejercicio anterior se preveía en un 15%.

Factores aleatorios

El número de vuelos cancelados, que varía por factores tan aleatorios como las inclemencias climatológicas o tan dramáticos como la inseguridad del tráfico aéreo en algunas zonas, "es bastante parecido a los que se producen un día con problemas meteorológicos, entre 5, 15 o incluso 20 diarios excepcionalmente", dice Mosquera. El pasado martes, último día computado por la dirección, se cancelaron 19 vuelos sobre los 427 programados.Los billetes vendidos tampoco son los mismos. El porcentaje de ocupación es inferior, en muchos casos, al 50%, y a partir de estas cifras las compañías empiezan a perder dinero y a suspender servicios. Aunque en Barajas trabajan unas 30 compañías, la más afectada es, sin duda, Iberia, que desde el día 18 ha cancelado 11 vuelos internacionales y siete nacionales. Ayer, el único servicio regular suspendido afectó al puente aéreo.

En el aeropuerto, con una plantilla de 1.200 trabajadores, la práctica totalidad con contratos fijos, no se ha planteado todavía la posibilidad de una regulación de empleo si estas cifras continúan manteniéndose. Algo que sí está ya en la mente de los directivos de Iberia. Sin embargo, se han apreciado otras repercusiones. Las tiendas han dejado de recaudar un 15%, la oficina de información turística de la Comunidad atiende sólo el 12% del volumen de preguntas habituales, en los quioscos se venden menos periódicos y en las puertas, cerca de las tanquetas del Ministerio del Interior, sólo aguardan unos 200 taxistas.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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