Las petroleras mantienen la frecuencia de carga de crudo en la zona

Las compañías petroleras españolas mantendrán las frecuencias de suministro habituales -entre cinco y siete barcos- de cargas procedentes de la zona en conflicto, según han confirmado fuentes de las mismas. Esta misma actitud mantendrán las multinacionales. Sin embargo, el coste del crudo cargado en la zona de influencia sufrirá un extracoste de casi el doble como consecuencia de los aumentos de los precios por parte de las navieras, que, a su vez, deber atender el incremento de las primas de seguro y de los salarios de la marinería.

Según cifras facilitadas por el sector, en un cargamento de 150.000 a 200.000 toneladas el precio por tonelada se eleva de los 6 dólares de condiciones normales a 11 dólares. No obstante, las compañías petroleras, de acuerdo con las navieras con las que trabajan (solamente Repsol y Petronor cuentan con barcos propios, aunque también precisan de la contratación de otros). Se han previsto extremar las precauciones y evitarán entrar en aguas del Golfo.De hecho, ya se carga una gran parte de petróleo en el Mar Rojo (terminal de Tanbu en Arabia Saudí, y Ras Shukheir en Egipto) o en el Mediterráneo (terminal de Sidi Kerir, Egipto), principalmente por el grupo público Repsol. En ese sentido, los Emiratos Árabes Unidos e Irán continuarán suministrando en las diversas terminales (Irán, en concreto, ha reabierto la terminal de Lavan Island, casi en la boca del Golfo, para sustituir la Karg Island que está en el fondo).

Carga en el Mediterráneo

Según las cifras de enero a noviembre de 1990 y sin contar Irak y Kuwait (3,3 millones de toneladas), de los 10,2 millones de toneladas cargadas en Oriente Medio con destino a España, en torno a seis millones se cargaron en el Mediterráneo; 500.000 toneladas en el Mar Rojo y el resto en el Golfo. Para ello se han empleado los oleoductos que unen los campos de producción con las terminales mediterráneas. De Argelia y Libia, zona también de influencia, provinieron 6,7 millones de toneladas. El total mundial hasta ese mes era de 45,5 millones de toneladas.El crudo de Oriente Medio adquirido por el resto del mundo supone casi el 30% del total mundial de algo más de 3.000 millones de toneladas. El principal comprador, por áreas, es Europa Occidental con el 29%, si bien Japón como país ocupa la primera plaza con el 22% y EE UU, la segunda, con el 14,5%.

En España, según Luis García de la Concha, responsable de Tráfico Marítimo de la Dirección de Marina Mercante, no hay prevista ninguna salida de buques bajo pabellón español hacia la zona en los próximos días -fuentes sindicales dan como probable la salida en fechas próximas del buque Illargia desde el puerto Italiano de Taranto hacia la zona-. Por el momento, sólo el petrolero Castillo de Lorca (de Elcano) se encuentra en navegación hacia Egipto. El Castillo de Lorca es un petrolero de 158.000 toneladas de peso muerto de capacidad.

Por el momento, y según han manifestado fuentes de la Dirección General de la Marina Mercante, ninguna Admnistración ha prohibido la navegación por la zona. Medios británicos especializados han señalado que los efectos de la guerra sobre el tráfico marítimo serán mínimos.

Ningún petrolero atravesó el pasado martes el Canal de Suez proveniente del golfo Pérsico, informa Angeles Espinosa desde El Cairo. El hecho, que se produce por primera vez en 15 años, se destacaba ayer en la prensa egipcia, especialmente atenta desde el inicio de la crisis del Golfo a las variaciones del tráfico.

Los ingresos por el cobro de derechos de paso del Canal, constituyen una de las cuatro principales fuentes de divisas para Egipto. Su descenso no se ha apreciado hasta hace unas semanas, debido a que en los primeros meses de la crisis, la influencia sobre el tráfico comercial marítimo se vió compensada por la travesía de los buques de guerra de los aliados que, según la reglamentación, pagan un 25% más que los buques cargueros. La aseguradora Lloyd's, por su parte, dice no haber notado ningún cambio en el tráfico petrolero y sólo una retracción en el de otros cargamentos, informa Ricardo M. de Rituerto.