Mubarak solo ve posible un alto el fuego si Irak abandona el territorio de Kuwait

El rechazo de Sadam Husein al plan de paz propuesto por Moscú ha dejado en vía muerta las gestiones diplomáticas que, según medios periodísticos egipcios, había emprendido El Cairo para sacarlo adelante. "Irak debe retirarse de Kuwait, porque sin ese requisito no podremos convencer a la comunidad internacional de que ponga Fin a esta operación", declaró ayer el presidente Mohamed Hosni Mubarak, en referencia al bombardeo aliado sobre Irak."No podemos anunciar hoy una nueva iniciativa para el alto el fuego. Nadie la escucharía", manifestó ante un grupo de periodistas egipcios un Mubarak impotente ante la firmeza de Sadam. El rais, rechazó también las peticiones que se le hacen desde algunos sectores de la oposición para que retire sus fuerzas del Golfo. Egipto tiene desplazados a la zona de combate unos 40.000 soldados, que, según el presidente, cumplen las resoluciones de la última cumbre árabe y el Pacto de Defensa Árabe Común. En un tono de dureza inusual, Mubarak, cuyas palabras fueron retransmitidas por la televisión nacional, se preguntó quién está, detrás de esa petición de retirar las tropas y a qué intereses responde. "Si aceptamos la ocupación de tierra por la fuerza, Israel se sentirá justificado por su ocupación de Palestina", argumentó.

Desde el inicio de la guerra, hace una semana, diversos sectores sociales del país, desde los rigoristas islámicos de la Hermandad Musulmana hasta algunas asociaciones profesionales y partidos de izquierda, han criticado la presencia egipcia en la alianza internacional que combate a Irak y han pedido su retirada. "Egipto es un país considerado pionero en la región por lo tanto debemos aplicar los principios de la justicia y el respeto de los derechos internacionales", señaló el presidente egipcio.

Mubarak criticó también los ataques con misiles a Israel, que, según dijo, sólo pretenden implicar a Egipto, Jordania, Siria y toda la nación árabe en el conflicto. "No entiendo qué busca Sadam Husein. ¿Acaso quiere prenderle fuego a todo el mundo diciendo al infierno conmigo y mis enemigos?", inquirió el rais. Mubarak calificó esta actitud del, líder iraquí como una falta de principios, ya que dijo: "Cómo se puede hablar de la defensa y violación de los lugares santos para el Islam, cuando él está lanzando misiles sobre ellos".

Por último, el presidente lanzó una severa advertencia a Sudán ante la eventualidad de que preste su territorio a Irak para un ataque a suelo egipcio, tal como han pedido algunos manifestantes durante el pasado fin de semana.

Por otra parte, el primer ministro de Pakistán, Nauas Charif, llegó ayer a Teherán para promover una iniciativa de paz que permita acabar con la guerra del Golfo. El Gobierno de Islamabad, que apoyó la alianza internacional contra Irak con el envío de 10.000 soldados a Arabia Saudí, se enfrenta ahora a una opinión pública que pide su retirada. Charif, que busca más un éxito interno que externo, viaja al frente de una delegación de 40 personas, entre ellas el ministro de Asuntos Exteriores, Sahabzada Yaqub Khan. Charif tiene previsto viajar hoy a Turquía, y a continuación, si la situación lo permite, a Egipto, Siria, Arabia, Saudí y Jordania.