Acuerdo entre los directores para evitar el error de Rumania

Para las seis cadenas de televisión francesas, Washington es el lugar en el que se verifican todas las noticias sobre la guerra del Golfo. También en este aspecto los franceses hacen la guerra bajo mando norteamericano. En su conjunto, todas las cadenas basan buena parte de sus informaciones calientes en la CNN, que traducen al francés sobre la marcha. Las rondas de corresponsales y enviados especiales se abren con preguntas como: "Jean-Michel, ¿puedes confirmarnos lo que acabamos de ver en CNN sobre una alarma en Jerusalén?".Con sus frecuentes encuestas en directo en los barrios parisienses, FR 3 se ha convertido en la "voz de la calle". Los reporteros de Antenne 2, por su parte, parecen especializados en las visitas a los familiares de los soldados franceses.

Las únicas imágenes que los franceses han podido ver de sus aviones Jaguar -que han participado en varios ataques contra posiciones iraquíes en Kuwait- fueron aportadas por el propio Servicio de Prensa del Ejército.

Para afrontar el hecho de que las cadenas norteamericanas habían reservado casi todos los canales disponibles de los satélites, las cadenas respetan el acuerdo de caballeros para la edición conjunta de muchas de las informaciones e imágenes así recibidas.

La Cinq, la única cadena francesa que tenía un equipo en Bagdad en el momento del primer ataque norteamericano, tuvo mala suerte. Por razones aún desconocidas no pudo establecer contacto con ninguno de sus siete periodistas presentes en la capital iraquí, y eso que habían sido dotados de una maleta Inmarsat de teléfono por satélite.

En la tarde del 16 de enero, los directores generales de las cadenas públicas y privadas fueron convocados por el Consejo Superior Audivisual para hablar de deontología profesional. Todos estuvieron de acuerdo en evitar la repetición del llamado "error garrafal de Rumania", la sobrevaloración y falsificación por razones comerciales de los acontecimientos que condujeron a la caída de Ceausescu.