La Agencia Internacional de la Energía y la CE adoptan medidas de ahorro pese a la caída del crudo

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) decidió ayer, en una reunión de carácter urgente en París, la puesta en circulación de 2,5 millones de barriles de crudo diarios durante un periodo inicial de 15 días. La decisión de la agencia coincidió con la de la Comunidad Europea de reducir en un 7% el consumo de energía por parte de sus países miembros, la mayor parte de los cuales pertenecen a la AIE, en caso de necesidad. El Gobierno español, por su parte, dio cuerpo legal al paquete de medidas de ahorro previstas, mediante la promulgación de un decreto ley, según afirmó el presidente Felipe González.

De los 2,5 millones de barriles que va a liberar la AlE, los millones corresponden a reservas estratégicas y medio millón es ahorro de petróleo. Estados Unidos aportará 1,125 millones de barriles diarios; Japón, 350.000; Alemania, 187.000; Reino Unido, 120.000; Italia, 130.00 y Canadá, 115.000.La actitud de la AlE se ha calificado como innecesaria por los analistas "ya que la situación está controlada y el precio del petróleo ha bajado a los límites de agosto". No obstante, la AIE ha actuado de forma preventiva y responde a una posición esencialmente política exenta de indicios especulativos, mientras que el mercado se mueve por intereses económicos.

En parecida dimensión que la AlE ha actuado la CE, que tiene preparada unas medidas de reducción del 7% en el consumo estándar de petróleo para "reducir las presiones sobre el mercado y prevenir una posible penuria futura de abastecimiento", informa Félix Monteira desde Bruselas. La CE había decidido aplicar estas medidas con carácter inmediato pero retiró después la obligacion ante la normalidad del mercado. El almacenamiento actual supera en la Comunidad los 100 días de consumo. Además se cuenta con el colchón de las reservas con que cuentan los países productores en subsuelo (ver cuadro).

La reducción real respecto a finales de diciembre pasado, no obstante, sería del 4% ya que desde que se inició la crisis en agosto, los propios países han ido reduciendo paulatinamente el consumo. Fuentes de la CE han precisado que no será preciso convocar una reunión urgente de los ministros de Energía.

En el caso español, el Gobierno aprobó ayer un decreto-ley que da cobertura legal para aplicar las medidas de ahorro previstas cuando lo considere oportuno. En principio, el Gobierno español intentará persuadir a los consumidores de que racionalicen el uso de derivados del petróleo mediante campañas publicitarias. Las medidas que se contemplan se centran en la recomendación de utilizar transportes públicos, respetar la velocidad autorizada y moderar la temperatura de las calefacciones, entre otras. Tras la persuasión, se podrán tomar medidas de mayor calibre como limitar la velocidad, reducir el uso de coches privados, limitar los horarios de funcionamiento de las calefacciones, rebajar el alumbrado público y las horas de emisión televisiva o restringir el número de gasolineras que permanecerán abiertas.