La economía de la antigua Alemania Occidental creció un 4,6% en 1990
La economía de la antigua Alemania Occidental tuvo el año pasado el mayor crecimiento de los últimos 14 años, al aumentar el producto nacional bruto (PNB) en un 4,6%, una cifra no alcanzada desde 1976, cuando fue de un 5,6%, según datos provisionales hechos públicos por la Oficina Federal de Estadística de Francfort.
En 1989, considerado como uno de los mejores años, el PNB aumentó en un 3,9%. El superávit comercial, sin embargo, descendió a finales del pasado mes de noviembre a su punto más bajo en 10 años, reduciéndose desde los 6.400 millones de marcos de octubre hasta tan sólo 762 millones de marcos.La combinación de estos dos datos refleja claramente la situación económica en la Alemania unificada. El proceso de absorción de los nuevos cinco länder orientales ha significado un enorme empujón a la economía occidental, que no sólo no ha sentido los aires de recesión, sino que ha crecido por encima de lo esperado.
Sin embargo, la base de esta economía, la exportación, se ha visto afectada en dos frentes: la recesión mundial y la demanda de bienes de consumo por parte de los ávidos ciudadanos de la antigua Alemania comunista, que ha desviado el flujo de mercancías hacia el otro lado del río Elba.
Según fuentes gubernamentales, las inversiones en equipamientos aumentaron en más de un 20%, el mayor crecimiento en 20 años, mientras que el consumo privado, que en 1989 había crecido en un 1,7%, subió en 1990 en un 4,4%.
Los expertos consideran que en el año en curso el crecimiento del PNB no superará en ningún caso el 3%. Las perspectivas para la antigua Alemania Oriental, según estas mismas fuentes, no parecen augurar nada bueno, al menos a corto plazo.
El número de puestos de trabajo en la antigua RFA aumentó en 775.000 durante 1990, lo que ha permitido absorber a muchos de los alemanes orientales que se han trasladado a Occidente, y reducir la cifra global de paro, que se sitúa ahora en torno al 7%, es decir, algo más de dos millones de personas. Además, la demanda interna seguirá siendo el motor de la economía.
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