Ben Johnson fue segundo en su reaparición
Una distancia favorable de 50 metros y un público enardecido de 17.050 espectadores, una cifra récord para competiciones en pista cubierta en Canadá, no fueron suficientes el viernes para que el velocista canadiense Ben Johnson recuperara de un solo golpe dos años de ausencia en el atletismo. Fue derrotado en la primera carrera que realizó después de cumplir con su sanción deportiva por el norteamericano Daron Council, un sustituto de última hora y especialista de 100 y 200 metros. Council cronometró 5.75 segundos, seguido muy cerca por Johnson, con 5.77. Fueron tiempos discretos.
El antiguo récord mundial, que pertenecía a Johnson antes de ser sancionado fue de 5.55 segundos. Sin embargo, el único veredicto justo de este resultado es que Johnson, de 29 años, ha vuelto a ser humano. Parte de su técnica y preparación mental se ha desvanecido. Hizo una pobre salida y anticipó erróneamente la llegada. Para colmo fue vencido por un corredor que es policía y que hasta hace poco trabajó en la división de narcóticos."Realicé una carrera bastante buena", insistió Johnson. "No he competido en 27 meses. Me equivoqué con la llegada. Creo que fue por eso que perdí".
La controversia suele perseguir a Johnson como una sombra. Ésta en particular fue totalmente inesperada. Los organizadores de la competición colocaron a la llegada dos líneas en la pista, una de los 50 metros reglamentarios y otra antes que determinaba la distancia de 50 yardas para así facilitar la toma de los tiempos parciales. Se le informó a los participantes de las dos llegadas antes del inicio de la carrera. La repetición de las imágenes demostró que Johnson perdió un poco su equilibrio en las 50 yardas, pero también que Council, quien realizaba su primera competición de 50 metros, tenía la carrera casi asegurada.
"Nos informaron antes de la salida que había dos líneas", declaró Council, de 26 años. "Yo lo oi. Y pienso que todos lo oyeron".
Loren Seagrave, el nuevo entrenador de Johnson, asumió la responsabilidad de la derrota Afirmó que le tocaba a él reconocer cualquier cambio en la llegada e informar a su atleta. "Ben se preparó para cruzar la línea en el momento justo pero en el lugar equivocado", declaró. "No me di cuenta de que había dos líneas en la pista hasta que subí a las tribunas. Fallé al no informarle de este detalle".
La carrera en sí fue el reverso de lo que acostumbraba a ser Johnson, quien se vistió de verde fosforescente con franjas negras en honor a su padre recientemente fallecido. Siempre, aun antes de convertirse en un monstruo del atletismo, era conocido por su tremenda salida. Posiblemente se sintió afectado por la tensión. Hubo tres salidas anteriores, dos falsas por parte de sus rivales y una que los jueces sencillamente anularon. Cuando por fin se efectuó una salida válida, Johnson quedó en una desventaja de unos metros.
El otro hecho sorprendente fue que casi recuperó el terreno perdido. A los 35 metros, alcanzó a la mayoría de sus rivales y la llegada fue tan cerrada que los jueces tuvieron que mirar brevemente la foto-finish.
"Ha pasado bastante tiempo desde que he estado en condiciones óptimas de competición. Me costará unas carreras más conseguirlo", declaró Johnson, quien insistió en que su decepción tenía que ver con que había dedicado la carrera a su padre. "Por eso fue que fracasé. La próxima vez será diferente".
El público recibió a Johnson como si nada hubiera pasado. Le aplaudía en cada ocasión. Luego, comenzaron a gritar: "Vamos Ben, vamos". Y, cuando fue presentado oficialmente antes de la carrera, le otorgaron una ovación de 40 segundos. El resultado no importó. Tampoco el tiempo. Lo que importaba era que el héroe de muchos canadienses había retornado y podía esperar ganar un campeón mundial.
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