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La Policía Municipal vuelve a hacer ejercicios de tiro tras dos años sin practicar con armas

Jorge A. Rodríguez

La Policía Municipal de Madrid cuenta desde el lunes con una galería de tiro para hacer prácticas. La mayoría de los agentes del cuerpo lleva dos años sin ejercitarse consu arma reglamentaria -un revólver del 38 marca Astra- porque las dos galerías con que contaban tuvieron que ser clausuradas al detectarse en la sangre de los 20 instructores de tiro niveles de plomo superiores a los permitidos. El lunes fue abierta, tras instalarse un sistema de ventilación, la galería situada junto al Planetario. La ubicada en la calle del Plomo está pendiente de los numerosos permisos legales.

Las dos galerías de tiro, abiertas en 1987, fueron cerradas a principios de 1989 después de que Fernando Bocanegra, entonces portavoz municipal del CDS para temas de Seguridad, denunciara las malas condiciones en las que se realizaban las prácticas. Los 20 instructores habían tenido trastornos físicos, por lo que fueron sometidos a análisis en los que se constató que tenían una media de 79 unidades de plomo por litro de sangre, cuando el nivel máximo está en menos de 30.El plomo cletectado en la sangre provenía de las más de 2.000 balas disparadas cada día por los agentes. La cabeza de plomo, al calentarse, desprendía minúsculas partículas que quedaban en el aire. Los instructores respiraban unas ocho loras al día ese aire viciado porque el sistema de ventilación no lo limpiaba.

Pistolas en paro

Desde enero de 1989, los más de 5.000 agentes apenas han usado sus pistolas, salvo en casos de emergencia. Algunos de ellos dispararon ocasionalmente en las galerías del Cuerpo Nacional de Policía en Canillas pero no por mucho tiempo, ya que estas instalaciones estaban saturadas por los agentes gubernativos.El año pasado, Fernando Bocanegra, ya responsable de Policía Municipal y Seguridad, consignó una partida presupuestaria para instalar nuevos sistemas de ventilación. Ello hizo posible la apertura el pasado lunes de la galería del Planetario -un ático de una nave remozada-, mientras que la de la calle del Plomo -un sótano rehabilitado- sigue pendiente de un trámite legal.

El parón en los ejercicios permitió que se limpiara la sangre de los instructores, según asegura uno de ellos, el cabo Concepción Sánchez. En la actualidad, los especialistas en armas se someten a análisis periódicos cada seis meses.

Desde el pasado lunes, cada día pasan por la galería de tiro de la calle de Pedro Boch -junto al Planetario- 106 agentes. Cada uno de ellos hace una tanda de tiros con su revólver del 38 hasta agotar las seis balas del tambor, y dispara otras 15 veces con otra pistola del calibre 22, según el instructor Santos Menaya.

Los ejercicios consisten en disparar desde alguno de los cinco puestos, situados a 10 metros de las dianas, adoptando distintas posturas para que los agentes aprendan a usar su arma en diversas condiciones de peligro.

La parte situada detrás de las cinco dianas de la galería ha sido reforzada con paneles de goma para evitar rebotes. José Doñoro, otro especialista, afirma que no se han producido accidentes por balas con retorno. La galería está insonorizada, y para medir el ruido que se escapa fue parado en una ocasión el tráfico de la zona.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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