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Sobredosis de sangre

Milagros Pérez Oliva

Una de las últimas novedades en el dopaje son las hormonas peptídicas. Hasta la irrupción de la ingenienería genética, la obtención de este tipo de hormonas era muy difícil, pero ahora son bastante más asequibles. Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles revelaron que el uso de la hormona del crecimiento era abundante entre algunos deportistas."A los laboratorios antidopaje se nos plantean en este caso dos problemas: uno, que el organismo fabrica estas hormonas y, por tanto, es preciso establecer qué cantidad es normal y cuál anormal; el otro, que no se detectan fácilmente por orina, y de momento, las pruebas de control no incluyen el análisis de sangre", explica Jordi Segura.

Entre estas nuevas sustancias destaca con luces de neón la eritropoyetina, una hormona cuya función es estimular la síntesis de los glóbulos rojos de la sangre, encargados de transportar el oxígeno a las células. Es una hormona que se sintetiza en el riñón y su obtención por ingeniería genética permite disponer de una réplica artificial para utilizarla como tratamiento contra la anemia derivada de la insuficiencia renal crónica.

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Inyección de glóbulos

El uso de la eritropoyetina permite incrementar artificialmente el número de glóbulos rojos en sangre y, por tanto, la capacidad de transporte de oxígeno a las células. Esta cuestión es de vital importancia para la práctica de deportes que precisan gran resistencia, como el esquí de fondo, el ciclismo o el cross. Se desconocen los efectos que puede provocar esta hormona en dosis elevadas, pero se sospecha que este producto pudiera ser el causante de algunas muertes súbitas entre ciclistas holandeses.

La administración de eritropoyetina sustituye a otra técnica de dopaje más burda, pero igualmente efectiva, que se ha utilizado mucho. La sobredosis de sangre. Consiste en extraer cierta cantidad de sangre del propio deportista semanas antes de la prueba, someter posteriormente el organismo a cierta altura e inyectar la sangre de nuevo horas antes de la competición.

Este procedimiento no deja rastro. Su efectividad se debe al siguiente mecanismo: al extraer sangre, el organismo entra en alarma por disminución de glóbulos rojos. La alerta se acentúa al subir a cierta altitud donde, por haber menos oxígeno, se necesita mayor cantidad de ellos . Dicho de otro modo: el organismo tiene menos glóbulos de lo normal y se encuentra en un lugar donde precisa más de lo normal. La reacción inmediata es una sobreproducción de glóbulos rojos, cuya cifra se incrementa aún más antes de la competición, mediante la transfusión de la sangre previamente extraída. Este procedimiento puede tener consecuencias tan peligrosas como la eritropoyetina.

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