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El Sindicato Médico denuncia la "mala gestión" sanitaria

"La proyectada reforma de la atención primaria se está quedando reducida a la construcción de nuevos edificios mientras persisten las carencias asistenciales", aseguran los representantes del Sindicato Médico de Madrid (SMM). La clave de todo está, para el SMM, en la mala gestión de los recursos sanitarios. El reducido número de camas por habitante en los hospitales madrileños es, para este sindicato, un ejemplo ilustrativo de la situación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una dotación de 10 camas por cada 1.000 habitantes, mientras en Madrid la relación es de 0,3 camas por cada 1.000 personas.

"Los gestores encargados de aplicar la Ley de Sanidad no están cumpliendo su cometido, y el desánimo cunde entre médicos y pacientes", afirma Antonio Rivas Pérez, secretario general del sindicato. Rivas comparó la sanidad española con un circo "en el que actúan dos payasos: el ministro y el subsecretario". En relación a los problemas de los pacientes, destacó las largas esperas para acudir al especialista y para las operaciones.

Carlos Blas, otro médico miembro de este sindicato, afirmó que la reforma de los servicios de atención primaria con la creación de los centros de salud se ha ido realizando sin una planificación previa. Blas resaltó que "la población desconfía de las estructuras sanitarias y, ante las largas esperas para conseguir especialista, sobrecarga los equipos de urgencias, ya de por sí faltos de dotaciones".

Redefinición operativa

Para solucionar estos problemas, el Sindicato Médico ve necesaria una redefinición operativa de las áreas sanitarias y un fortalecimiento de los servicios especiales de urgencias. La asistencia especializada adolece, para el SMM, de los mismos problemas que la primaria. "Faltan enfermeras, no se puede operar por la desaparición de algunos conciertos existentes con centros privados y se sobrecarga de trabajo al personal", asegura Rivas.El Sindicato Médico denuncia también "favoritismos" en la distribución del dinero de los complementos de productividad. Estos complementos, negociados en 1987 entre el sindicato y el ministerio como una compensación salarial, suponían un plus anual de 200.000 pesetas por médico. "En este último año, muchos profesionales han cobrado complementos notablemente inferiores a esa cantidad, por lo que sospechamos que la repartición no se ha realizado de una manera equitativa", asegura Rivas.

Este colectivo médico amenaza con presentar una querella contra los gestores sanitarios si éstos no aclaran de qué manera se ha realizado la distribución del dinero.

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