Interior adelanta el envío masivo de agentes para vigilar las instalaciones olímpicas

Interior adelantará al próximo mes de julio el traslado masivo de efectivos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil a Barcelona para su incorporación a los dispositivos de seguridad relacionados con los Juegos Olímpicos de 1992, según anunció ayer el titular de ese ministerio, José Luis Corcuera, al término de una reunión de la Comisión Superior de Seguridad Olímpica (CSSO) celebrada en la capital catalana. Corcuera explicó que la decisión de adelantar el envío de agentes a Barcelona no es fruto de la improvisación, sino de "una evaluación constante de los riesgos, que ahora aconseja adoptar esta medida".La reunión de la CSSO de ayer, que por primera vez fue presidida en la ciudad olímpica por el titular del Interior, había sido convocada de forma extraordinaria el pasado 10 de diciembre, dos días después de que ETA acabase con la vida de seis policías en la localidad barcelonesa de Sabadell y un mes después de un atentado etarra en Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) que se saldó sin víctimas.

Ambas acciones terroristas han confirmado la reorganización del comando Barcelona de ETA, integrado, al menos, por Joan Carles Monteagudo y Juan Félix Erezuma. Corcuera admitió ayer que ETA constituye "un factor de riesgo importante" para la seguridad de los Juegos.

El ministro de Interior explicó que el adelanto de la incorporación de las fuerzas de seguridad del Estado a las tareas de vigilancia de las instalaciones olímpicas de Barcelona y las subsedes de los Juegos de 1992 se realizará en dos fases. La primera de ellas, que comenzará en las próximas semanas, tendrá carácter transitorio y afectará a un contingente reducido de agentes. En esta etapa colaborarán de forma especial los Mossos d'Esquadra y las policías locales de los municipios con sede olímpica.

La segunda fase comenzará en julio de 1991 con la llegada a Cataluña de "una importante dotación de policías y guardias civiles", en su mayoría recién salidos de sus respectivas academías. Corcuera declinó precisar el número de agentes que se incorporarán en julio al dispositivo de seguridad y aseguró que el número no está decidido todavía. En esta fase también está prevista la colaboración de las policías autonómica y locales.

El ministro señaló que en el momento de mayor concentración policial en los Juegos, la dotación de las fuerzas de seguridad del Estado en Cataluña será de unos 15.000 agentes (10.000 policías y 5.000 guardias civiles), además del contingente habitual (12.500 efectivos). El coste de la seguridad olímpica ascenderá a unos 36.000 millones de pesetas.