Se les ha visto el plumero

Se les ha visto el plumero. Nunca he escrito ni dado mi opinión en un medio público. Puede que no valga la pena, pero hay cosas que leo, oigo y siento que alguna vez tendré que decir y, por lo menos, quedarme tranquila.No entiendo lo que pasa en el mundo, leo mucho, escucho todo, miro más lejos de lo que ven mis ojos, pero por eso ahora mismo estoy que no entiendo.

La guerra del Golfo... Pero si no se trata de eso, aquí lo que pasa es que se les está viendo el plumero a todos esos señores y señoras que dirigen el mundo, a los que todos elegimos pero nadie conocemos. ¿Y quién manda? Pues está claro, Israel, el rencor, el miedo.

Tengo dos hijos pequeños con los que hablo, a los que escucho, a los que amo. Dejé mi trabajo para dedicarme a ellos, a formar personas, a prepararlos lo mejor posible para- la vida. Y por esa comunicación que tenemos y su madurez temprana, también están informados y me preguntan ¿Por qué va a atacar Sadam? ¿quién manda la guerra?, ¿por qué hay tanta hambre e injusticia? Si nosotros estamos bien, somos buenos y les estamos enseñando a ellos que, en teoría, hay que respetar a nuestros mayores, cuidar las cosas y, sobre todo, preservar la naturaleza, hay que mantener limpia la ciudad, respetar a la autoridad y la policía -a la primera porque la elegimos; a la segunda, porque está para ayudarnos-, hay que quererse, ser amable y educado, en fin, les intentamos inculcar principios, una palabra que suena puede que pedante o pasada de moda, pero que en mi opinión es la base.

Preparo a mis hijos con todo esmero y les hablo y les explico, pero a veces me quedo pensando, mirándolos leyendo, aprendiendo, y con dolor de mi alma me pregunto si no les estaré mintiendo. últimamente todo es feo, triste, negro, no lo entiendo, hay tanta injusticia, tanto error, tanta estupidez, que me asombro, me estremezco.-