Gorbachov necesitó dos votaciones para imponer a su vicepresidente

Mijaíl Gorbachov logró ayer su propósito de que el Congreso de los Diputados eligiera vicepresidente de la URSS a Guennadi Yanáyev, un oscuro miembro del aparato comunista que dirigió los sindicatos oficiales. Sin embargo, tuvo que pagar un alto precio: la humillación de un primer rechazo a su candidato, que no obtuvo en primera votación la mitad más uno de los votos de los parlamentarios. Finalmente, Yanáyev, presentado de nuevo por el líder del Kremlin, pasó la prueba.

"Fue una bomba que echó humo, pero que no llegó a explotar", resumió gráficamente un diputado. Las reformas constitucionales que han otorgado a Gorbachov las atribuciones legales más amplias de que ha gozado jamás un líder soviético no parecen bastar para que el impulsor de la peresiroika tenga el poder real necesario para evitar que la Unión Soviética se desintegre.El fuego graneado al que desde hace meses está sometido el líder del Kremlin suscita en los medios más diversos la preocupación por una involución. Tras el ministro de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze (que dimitió la semana pasada tras señalar que la URSS camina hacia la dictadura), ha sido Elena Bonner, viuda del premio Nobel de la Paz Andréi Sájarov, la que ha tocado el timbre de alarma.

"Gorbachov no va hacia la democratización, sino que vuelve hacia un régimen cruel y totalitario", declaró a una cadena de televisión norteamericana. La activista por los derechos humanos pidio a Estados Unidos que retire su apoyo al líder soviético y se vuelque a favor de las repúblicas soviéticas, donde no cede la agitación nacionalista. Ayer mismo se produjeron cuatro atentados con bomba en Riga, la capital de la república báltica de Letonia.

Entretanto, el ministro de Finanzas de Rusia, Borís Fiódorov, dimitió ayer y acuso al Gobierno y al Parlamento de la principal república de la URSS, que encabeza el radical Borís Yeltsin, de retornar a prácticas estalinistas y no avanzar, como estaba previsto, hacia la economía de mercado.

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