El servicio de Correos despacha estos días 250.000 cartas para los Reyes Magos

Cinco millones de cartas (250.000 de ellas enviadas por los niños madrileños a los Reyes Magos) colapsan estos días, como es tradicional, el servicio de Correos. Madrid se convierte con la Navidad en una jungla consumista que compra el 63% de los juguetes que se venden en todo el año. Ayer mismo, los grandes almacenes, que permanecieron abiertos a pesar de ser domingo.

En el centro y en algunas áreas comerciales no se percibe que el tráfico haya descendido un 5% como informa la Policía Municipal, ya que en estas zonas coincide la mayoría de los ciudadanos. Las furgonetas con regalos y cestas colapsan los carriles de las calles. Las empresas de envío de paquetes duplican sus pedidos en la región, mientras la ciudad gasta ocho millones de pesetas en mantener encendido el millón de bombillas callejeras que dan ambiente navideño a la ciudad. En total, el Ayuntamiento destina a este concepto decorativo 65 millones de pesetas.11.000 pesetas por pareja

Los juguetes, ya sean sanos, bélicos o sexistas, aumentan de precio una media del 5%, y para conseguirlos -a pesar de las advertencias del gabinete de tráfico del Ayuntamiento que suplican que se viaje en transporte público hacia las áreas de comercios conflictivas-,los padres soportarán empujones, colas y agobios. Cada pareja madrileña gasta 10.920 pesetas en juguetes por cada hijo, y los vendedores de juguetes colocan el 63% de sus productos en esta temporada.

El número de personas que acceden a los establecimientos comerciales aumenta un ciento por ciento, según datos de la Asociación Nacional de Medianas y Grandes Empresas de Distribución.Según los datos elaborados el pasado año, un kilo de besugo duplicó su precio en poco más de un mes, y las uvas pasaron de las 215 pesetas el 1 de diciembre hasta las 522 pesetas a final de mes. En e stas fechas tan dadas al despilfarro, el Ministerio de Sanidad recornienda que se conserven las facturas para facilitar la presentación de denuncias.A pesar de los constantes ruegos municipales de utilizar el transporte público, los madrileños siguen apegados al vehículo privado. De hecho, estos días los aparcamientos públicos de las zonas comerciales vienen colocando el cartel de completo a partir de media mañaria, de manera que los automovilistas acceden a ellos en un insufrible goteo.También la espera de un taxi es ahora más incómoda. Según informaron ayer en Radioteléfono y en Radio Taxi Independiente, ésta ha pasado de una media de 10 minutos a los 20 minutos. Las mismas fuentes advirtieron que estos problemas se agravarán a partir de las 15.30 de hoy, cuando un elevado número de taxistas se retire a celebrar las fiestas.